miércoles, abril 19, 2006

Historia del vibrador

Hoy he visto un documental curioso.

Parece ser que en la antigua Grecia, cuando una mujer estaba irritable y con cambios de humor repentinos decían que estaba histérica. Esta término viene de la palabra griega que significa útero, porque pensaban que se debía a que ese órgano se movía de sitio dentro del cuerpo de la mujer.

En la Edad Media, se observaba que había muchas histéricas entre las monjas y las viudas célibes. El remedio para solucionarlo era dar un masaje en el clítoris y vulva de la afectada. Lo daban los galenos y las comadronas de la época.

En los siglos XVIII y XIX se sostenía la misma creencia, y en los tratados médicos de la época se daban consejos sobre cómo aplicar el remedio. Había que darlo hasta que la mujer alcanzaba lo que llamaban "paroxismo histérico" y la histéria remitia. No era ni más ni menos que un orgasmo.

Hacia la segunda mitad del siglo XIX la histéria suponía más del 70% de las visitas de las mujeres al médico. Normalmente el remedio les aliviaba durante dos semanas al cabo de las que tenían que repetir la visita. Los médicos estaban desbordados, y dar el masaje manualmente llegaba a ser fatigoso.

Entonces se inventaron los vibradores, que permitían al médico darlo de forma cómoda en la consulta. Los primeros funcionaban a manivela y a pedales. También hubo alguno con una pequeña máquina de vapor, y a principios del siglo XX con electricidad. Eran enormes armatostes muy caros, hasta que en los años 20 apareció uno del tamaño de un secador de pelo pequeño que se podía adquirir por cualquier particular para ser usado en su casa.

Seguía considerándose un aparato terapéutico, que se utilizaba en otras zonas del cuerpo además de en el clítoris y no solo para la histéria, sino también como relajante. Se anunciaban en las revistas femeninas al lado de electrodomésticos entonces novedosos como lavadoras o planchas eléctricas.

A partir de los años 60 empezó a dársele el uso que conocemos hoy, como juguete sexual en lugar de terapéutico, y adoptando todas las formas, tamaños y colores.

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O sea, que en la antigüedad llamaban 'histérica' a lo que hoy llamaríamos 'malfollada' :-)

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