Como era festivo, me he quedado en la cama durmiendo hasta tarde. Cuando he despertado tenía la habitual erección matutina. Me he puesto a toquetearme el miembro, y entonces me he acordado de una amiga con la que me encontré el sábado y que hacía tiempo que no veía. Llevaba un jersey gris estrecho que le marcaba los pechos y la curva de la cintura. La he imaginado así, y a continuación cómo se quitaba ese jersey que le quedaba tan bien y se metía en la cama conmigo, tumbada a mi lado. Fuera hace frío y entre las sábanas y las mantas se está muy calentito. Nos besamos y yo recorro la blanca piel de su cuerpo con mis manos, sus hombros, sus pechos, su cintura, sus caderas, sus muslos... Ella hace los mismo, y vamos poniendonos calientes. Cada vez nos apretamos más y ella se va tumbando mientras yo me coloco encima. No hace falta que digamos nada más, la penetro suavemente mientras ella da un suave gemido y abre un poco más las piernas para estar más cómodos los dos. Me agarra del culo y sigue mis movimientos de entrada y salida, y cada vez que se la meto me atrae hacia ella, como para hacer que entre más y más. Yo la tomo entre mis brazos, y hago mis penetraciones más lentas pero más profundas, y ella gime y suspira, al mismo tiempo que mi respiración se acelera y se hace también más sonora.
Mientras imagino esto, mi polla se ha puesto dura dura y me la estoy meneando con una mano debajo de las sábanas. La agarro con todos los dedos y la muevo arriba y abajo, y a veces insisto más con los dedos por la zona del glande. Sigo así un rato, hasta que noto que voy a correrme. Me gustaría hacerlo con El Bote, pero no lo tengo a mano, así que me pongo de nuevo el pijama, cojo la ropa, y me voy al cuarto de baño. Está un poco frío y se me ha puesto la carne de gallina, pero la erección no ha bajado. Enciendo el calefactor y continúo con el trabajo manual, sentado sobre el borde de la bañera. Voy acelerando el ritmo, hasta que me viene el orgasmo. Rápidamente me levanto y dirijo mi polla hacia la pila del lavabo, donde sale un chorro de semen menos abundante de lo que hubiera esperado, mientras un orgasmo que no está nada mal me recorre el cuerpo.
Después, me limpio, me quito la ropa, y comienzo el día feliz, por la forma de despertar y porque es fiesta.
2 comentarios:
Qué bien imaginar que tras un encuentro o despedida como la de tu post, quizá alguien está pensando en un@ al mismo tiempo que están pensando en él.
tio, me iba a levantar yo estando calentito y empalmao, por los ojones, tienes que prender a correrte sin necesidad de tanta pila ni tanta ostia, si quieres te enseño :)
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