martes, noviembre 13, 2007

El polvete

Tal como os prometí hace una par de semanas os cuento cómo fue lo de follar mi amiga y yo.

Se acababa de mudar a otro piso y me invitó a cenar para inagurarlo. Yo, claro, me imaginé que era una muy buena ocasión para follar, si teníamos el piso para los dos solos, pero me entraron las dudas de si ella estaría también pensando en eso, y de si estaríamos realmente solos. Mis dudas se despejaron cuando llegué allí y al abrirme la puerta vi que no había nadie más, y que se había vestido con un amplio escote.

Me enseñó el piso, su dormitorio con una cama bastante grande, y luego fuimos a cenar al salón-comedor. Estuvimos hablando de cómo nos habían ido los últimos días y cuando terminamos fuimos a comernos el postre (tarta helada) al sofá. Cuando terminamos con la tarta, pasamos al segundo postre: Nosotros mismos. Comenzamos a morrearnos y a acariciarnos. Ella empezó a desabrocharme la camisa y a acarciar mi pecho, mientras yo hacía lo mismo con sus tetas. Metí la mano por debajo del top que llevaba y luego por debajo del sujetador, hasta que pude tocar la piel de sus blandos pechos. Entonces me susurró al oido: ¿Por qué no vamos a mi cama, que estaremos más cómodos?

Dicho y hecho, para allá que nos fuimos. Al entrar en la habitación había dos luces, una que la iluminaba toda con una lámpara en el techo y otra que solo iluminaba la cabecera. Dejé puesta esa, que era más íntima, mientras ella se iba al baño un momento. Me senté en la cama a esperarla y cuando volvió (no tardó nada) apagó la luz dejando la habitación a oscuras, iluminada solo por la ténue luz que entraba desde la calle. Lo de apagar la luz del todo me sorprendió un poco ¿le daba vergüenza que la viera desnuda? Podría ser, como comenté en una ocasión la chica está bastante rellenita, y pudiera estar algo acomplejada por eso.

Bien, ya sentados en la cama continúamos donde lo habíamos dejado en el sofá. Comenzamos de nuevo con los besos y las caricias y en seguida ella me desabrochó completamente la camisa y me la quité. Yo procedí a hacer lo equivalente, le quité el top y fui a hacer lo mismo con el sujetador. ¡No pude, malditos cierres! Se lo quitó ella y sus grandes pechos quedaron liberados. Se los masajeé con las dos manos, le pellizqué los pezones y luego acerqué mi boca y se los lamí y mordisqueé suavemente, mientras su respiración se aceleraba.

No hace falta que diga que yo hacía rato que estaba empalmado, desde que empezamos en el sofá para ser exactos. Lo siguiente fue que empezó a desabrocharme el pantalón. Primero el cinturón, le costó un poco a oscuras pero lo consiguió. Luego el botón, y cuando fue a bajar la cremallera se encontró con que no había, yo llevaba unos vaqueros de esos que llevan en su lugar varios botones. Resopló un poco y me los desabroché, era mi pequeña venganza por lo del sujetador :-) Mientras terminaba de quitármelos ella se empezó a quitar la falda que llevaba y se tumbó en la cama solo con las bragas. Me acerqué a ella, y la volví a besar, mientras una de mis manos le masajeaba un pecho para a continuación irla bajando hasta meterla en sus brajas y palpar lo que allí había. Estaba húmedo y caliente, así que no me lo pensé más y bajé hasta allí. Le quité las bragas y... un fuerte olor inundó mis fosas nasales. Me acerqué a su sexo y le pasé la lengua un par de veces, pero el olor era demasiado fuerte y no lo llevaba depilado, así que subí otra vez hacia arriba y volví a besarla mientras uno de mis dedos se quedaba allá abajo.

De nuevo me susurró al oido: "Métemela", y guiando mi polla con la mano se la metí un par de veces. Entonces, para desgracia mía, me di cuenta de que iba a aguantar muy poco. Me retiré, para ponerme condón, y ella me ofreció unos que tenía guardaos, pero yo ya había ido preparado con uno de los que había comprado más de un año antes para esta ocasión. Me lo puse y volví a penetrarla y, efectivamente al poco de empujar me corrí, aunque seguí dándole mientras aun la tenía dura, hasta que ya no pude disimularlo más y le dije que me había corrido.

Ella me dijo que me notaba tenso/nervioso, y que me relajara, así que nos quedamos un ratito tumbados en silencio, tapados con el edredón porque hacía frió. Pasados unos pocos minutos comenzamos a besarnos otra vez y llevó su mano hasta mi polla. Estaba dura de nuevo, y ella se tumbó boca arriba sobre la cama invitándome a continuar. Me coloqué encima, metí la polla y comencé a meterla y sacarla, ni muy aprisa ni despacio. Conforme entraba y salía iba cambiando el ritmo y la profundidad de las penetraciones. Ella empezó a respirar más rapido y a dar pequeños gemidos. Noté como habría más las piernas, y como las levantaba sobre mi para que la penetrara mejor. Ahora sí que la estaba follando bien, después de estar un rato dándole no sentía la necesidad de correrme, como al principio.

Mientras la follaba su teléfono móvil, encima de la mesilla, se iluminaba y vibraba con alguna llamada o mensaje. El brillo parpadeante iluminaba la habitación, recordándome a la típica escena de las películas americanas en la que dos amantes se follan a la luz de un cartel de neon.
Continué penetrándola y en un momento dado mi polla se salió. Volví a meterla y se volvió a salir. No se si habíamos cambiado ligermante la postura, pero el caso es que ahora no acertaba, y tras alguna salida y entrada más me dijo que según como me movía le dolía, así que paramos el folleteo, mientras volvíamos a besarnos.

Ella se movió al otro lado de la cama y volvió echarse boca arriba cuan larga era. Yo empecé a recorrer su orondo cuerpo con mis manos, desde los pechos hasta sus muslos, pasándolas lentamente varias veces. En una de esas veces mi manó fue a su sexo y comencé a acariciárselo, mientras mi dedo entraba en él. Lo pasé arriba y abajo, dentro y fuera, haciendo alguna rápida incursión a su clítoris. Ella empezó a respirar más aceleradamente, y a medida que lo hacía yo aumentaba la velocidad de mis movimientos y mis masajes a su pepitilla. Sus respiraciones se convirtieron en gemidos, y estos en gritos y jadeos. Empezó a retorcerse y finalmente se corrió, encogiéndose mientras gritaba de placer y le temblaban las piernas.

Nos quedamos un rato abrazados y con eso dimos por terminada la sesión. Mi intención era irme de nuevo a casa (al día siguiente había que levantarse para ir a trabajar), pero me pidió y me insistió en que me quedara con ella a dormir, y al final me convenció.

Y eso es lo que pasó, no se si os habrá gustado o decepcionado después de estar esperándo este post casi dos semanas :-)
A mi la experiencia me resultó, digamos agridulce. Por un lado, el evidente placer del sexo y de desear y sentirse deseado. Y en el lado contrario el detalle del fuerte olor, y lo de estar haciéndolo con alguién que no es demasiado especial para mi, fruto de la necesidad. Puede que al fin y al cabo en el fondo no sea más que un romántico...

lunes, noviembre 12, 2007

Avance rápido

Voy a estar fuera por trabajo hasta la primera semana de diciembre y no podré postear hasta entonces (aunque tampoco es que lo haga mucho más a menudo).

Un adelanto para los que siguen el blog: La semana pasada al fin hice con mi amiga lo que hace más de un año que teníamos que haber hecho. Efectivamente, eso que estáis pensando: Follar.

A mi regreso, os lo contaré todo con pelos y señales.

Que la paja os acompañe!

miércoles, noviembre 07, 2007

Vibrador bluetooth

Hay que ver lo que inventan. Un vibrador que se comunica por bluetooth con el teléfono móvil de manera parecida a como lo hacen los kits de manos libres para el coche.



Según he entendido la cosa funciona así:

  1. La usuaria se mete el vibrador en la cavidad que más le guste y va con ella por ahí todo el día, al trabajo, a la compra... a donde sea.
  2. Su amante tiene un código numérico que solo ellos conocen.
  3. Le envía a la usuaria un SMS con un mensaje en el que esté incluído el código anterior.
  4. Cuando el móvil de la chica recibe el SMS, se comunica por bluetooth con el vibrador que lleva en su cuerpo, y para cada letra del mensaje hace que vibre de una manera determinada.
  5. El tipo y cantidad de vibraciones se puede configurar. Cuanto más largo el mensaje, más vibraciones y más gustirrinín.

En la página aparece como ejemplo una pareja heterosexual, pero imagino que también lo podrá usar una homosexual. Y ahora que lo pienso, incluso formar tríos e incluso orgías a golpe de SMS.
Vosotras cuatro (chicas pícaras y divertidas) os metéis un vibrador de estos cada una, todos con el mismo código. Os mando el mismo SMS a las cuatro a la vez y.... uhmmmm.....


Más información: The Toy Bluetooth Vibrator