martes, octubre 30, 2007

Lo del viernes

Bueno, el viernes quedé con mi amiga-con-derecho-a-roce y lo que pasó al final no coincidió exactamente con ninguno de mis pronósticos, fue más bien una combinación del primero y del tercero, que podría resumirse así:

- Lo que pasó finalmente: Mientras estábamos en el cine comenzamos a besarnos, sin que la cosa fuera mucho más allá. Cuando salimos paseamos, agarrados los dos pero sin hacer ninguna parada para besarnos, y nos dirigimos a cierto bar que no era el de los sillones cómodos. Nos damos algunos besos más. Después vamos paseando hacia su casa y cuando llegamos a cierto cruce de calles ella se despide dándome a entender que no quiere que suba a su casa ni que pase nada más por esta noche. Nos despedimos con otro morreo y nos vamos cada uno por nuestro lado.


Y ahora la versión larga:

En el cine, durante la primera mitad de la película no pasó nada, solo pequeños detalles que indicaban nuestra disposición a lo que pasaría luego, como estar con los brazos pegados uno al lado del otro en la butaca sin apartarlos, o algunas miradas furtivas de uno y otra. En un momento dado ella se encogió un poco, diciendo que tenía frío. Entonces desaproveché el momento que me daba una excusa perfecta para aproximarme más a ella. Me maldije a mi mismo mentalmente varias veces por no haber sido más rápido, pero al cabo de pocos minutos volvió a decir lo mismo, y entonces le cogí la mano, que era cierto que la tenía helada. Después de unos instantes la retiró para buscar algo en el bolso, y cuando lo encontró volvió a cogérmela, con más fuerza. Buena señal, no reuía el contacto. Unos minutos después, apoyó su cabeza en mi hombro, y de ahí a que nos besaramos casí no tardamos nada. El resto de la película lo pasamos la mitad del tiempo mirando a la pantalla, y la otra mitad dándonos algún que otro morreo.

Esos besos eran los primeros de ese tipo (no-castos) que me daba con alguien desde hacía un año, desde que ella precisamente dejó el rollito del verano pasado. La "emoción" de volver a hacerlo provocó en mi cuerpo dos efectos: Mi corazón latía desbocado (por la emoción, como digo) y mi polla se puso dura como una roca. Sí, solo por eso, por darnos unos cuantos besos, tal era mi ansia de calor humano.
Cuando terminó la película, al levantarme de la butaca aproveché para recolocarme el miembro, que seguía tieso como una vela apretando mis pantalones y molestándome bastante. Medio tapado por el abrigo, meti la mano en ellos y me la coloqué de otra forma mejor, y pude notar que tenía los calzoncillos pringados de ese liquidillo viscoso que se segrega cuando se está muy excitado.

Salimos del cine cogidos de la mano y comenzamos a andar hacia la zona de bares para tomar algo. Mientrar íbamos para alla nos agarramos, ella a mi cintura y yo a su hombro, atrayéndonos los cuerpos, y empecé a notar la molestia del calentón, el dolor de huevos que los anglosajones llaman blue balls consecuencia de una prolongada excitación sexual que no se resuelve de la manera que es de esperar.

Llegamos al bar y nos pedimos un par de cañas. Ella se fue al baño mientras yo llevaba las bebidas a una mesa. Enseguida volvió y a continuación entré yo. En principio iba solo a mear, pero al persistir la molestia testicular y viendo que los baños estaban bastante limpios, no me lo pensé dos veces: Me encerré, y sentado en la taza del váter me casqué una paja. Mi polla en aquel momento no estaba dura, aunque tampoco tenía el tamaño ni la forma de reposo normal. Estaba como más gorda, pero blanda. No tuve que moverla mucho con la mano para que se endureciera y en seguida llegué al orgasmo. Fue explosivo, salieron varios chorros a presión, como si fuera un surtidor, muy líquido el esperma, y la sensación a medias entre alivio y casi dolor. Esto es algo bastante normal, cuando la excitación dura mucho tiempo (más de media hora) luego la corrida es así de espectacular (chicas, si no lo habéis probado con vuestros respectivos no se a que esperáis).

Después de eso volví a la mesa con mi amiga. Estuvimos bebiendo, hablando y dándonos más besos. Mi dolor testicular fue bajando hasta desaparecer, y a parte de los besos no pasó nada más, no hubo exploraciones anatómico-manuales por ninguna de las dos partes.

Nos fuimos del bar ya hacia casa, y entonces llegamos al cruce de calles del que hablaba en mis predicciones, y pasó como he contado al principio. Nos dimos algún morreo más y algún abrazo en el que ella me apretó contra su cuerpo y pude así notar yo la blandura de sus pechos, y ella la dureza de mi miembro. Y ahí nos separamos, ella se fue para su casa y yo para la mía.

Continuará...

viernes, octubre 26, 2007

De nuevo mi amiga

Los que sigan este blog desde hace tiempo a lo mejor recuerdan que el verano del año pasado me eché una amiga que me otorgó derecho de roce, el cual práctique con deleite aunque por desgracia sin llegar a la consumación del acto sesuarl. Cuando estaba a punto de hacerlo la cosa terminó abruptamente, y desde hasta hace unos días no volví a saber nada de ella.

La semana pasada me mandó un correo después de un año sin saber nada el uno del otro, y quedamos para tomar algo. Nos contamos lo que nos había pasado en este último año, y poco más. Aunque, por supuesto, mi calenturienta imaginación procedió a imaginar varias situaciones en las que acabábamos practicando ejercicios en posición horizontal, más que nada porque una de las novedades por su parte era que ahora vive independiente. Anteriormente vivía con sus padres (que además le ponían hora de llegada) y eso hacía dificil tener intimidad suficiente como para darle al cuerpo las alegrías en las que estáis (y estoy) pensando ahora mismo.

Esta noche he quedado de nuevo con ella para ir al cine. ¿Pasará algo más? Por si acaso iré preparado, jeje.

Además pasa una cosa: Por lo que me contó la última vez creo que desde que lo dejamos hace un año no ha vuelto a estar con un tío, por la misma razón que yo: tenemos poco tiempo libre y ninguno de los dos somos precisamente de los que hace que el sexo opuesto caiga a nuestros pies. Quizás al saber que sigo 'disponible' y que ella no me disgusta (tampoco es que me vuelva loco) haya decidido darle una alegría al cuerpo después de un año, por la vía rápida y segura: Mediante su 'ex', o sea, yo. Aquellos que tenéis pareja(s) habitualmente quizás consideréis esto como caer un poco bajo, pero a mi no me importa en absoluto: Es lo que tiene pasar más hambre que el perro de un ciego.

Pronósticos:

- Lo que me gustaría que pasara: Mientras estamos en la oscuridad del cine nos empezamos a besar y a meter mano. Cuando salimos paseamos haciendo de vez en cuando alguna parada para volver a besarnos. Llegamos andando hasta su casa, en la que no hay nadie. Subimos y acabamos la noche follando en su cama.

- Lo que seguramente pasará: Estamos en el cine y ninguno de los dos se atreve a dar el primer beso, y vemos la película sin que pase nada interesante en las butacas. Cuando salimos paseamos, sin hacer ninguna parada para besarnos y cuando llegamos a cierto cruce de calles nos vamos cada uno para su casa, despidiéndonos con un par de castos besos en la cara.

- Lo que también podría pasar (variante algo más optimista): Estamos en el cine y ninguno de los dos se atreve a dar el primer beso, y vemos la película sin que pase nada interesante en las butacas. Cuando salimos paseamos, sin hacer ninguna parada para besarnos y vamos a cierto bar con cómodos sillones. Nos pedimos una copa y el alcohol hace que alguno de los dos se atreva a dar el primer beso, al que siguen más besos y caricias. Después vamos paseando hacia su casa, haciendo paradas para besarnos, y cuando llegamos a cierto cruce de calles ella se despide dándome a entender que no quiere que suba a su casa ni que pase nada más por esta noche. Nos despedimos con otro morreo y nos vamos cada uno por nuestro lado.


Hagan sus apuestas. En el próximo post contaré lo que pasó, a ver si se parece algo a alguna de las tres situaciones anteriores.

miércoles, octubre 17, 2007

La de anoche

Bueno, pues anoche me hice finalmente la paja que había estado anticipando en el post.

Me tumbé en la cama desnudo, con el pene fláccido, y rápidamente con cuatro meneos se me puse en erección. Continúe con ellos y en poco menos de un minuto noté que ya me iba a correr. Tal era el calentón y el ansia que llevaba después de tantos días.

Así que recordando lo que escribí en un post anterior sobre la eyaculación precoz, me paré, y pasados unos segundos reanudé los meneos con más calma. Miré el reloj despertador de mi mesilla de noche y vi que eran las 2:59 de la madrugada. Decidí que debía durar al menos hasta las 3:05. Era muy tarde y tenía que dormir porque hoy madrugaba, pero por cinco minutos de sueño no me iba a morir.

Así que volví a menearme la polla tranquilamente con mi mano, disfrutando de la sensación y echandole un vistazo al despertador por el rabillo del ojo.

Finalmente me corrí en el tarro de crema de manos gastado, pero no me acorde de mirar como brotaba el esperma, para ver si era un buen chorro después de tanto día de sequía. Cuando hube terminado entonces sí que miré, y sí, parecía que había más cantidad de semen que cuando me pajeo todos los días, pero la diferencia tampoco era brutal.

Y eso, bien, el orgasmo fue normal, tampoco nada extraordinario, pero bien, no estuvo mal la cosa. Y ahora cuando cierre el ordenador, me iré a dormir no sin hacerme antes otra como la de ayer.

Felices y húmedos sueños a todas y a todos.

martes, octubre 16, 2007

Con ganas. Paja anticipada.

Uff, hace casi una semana que no me masturbo por una razón o por otra: Unos días porque tenía visitas en casa y eso me corta bastante el rollo (no siempre, pero esta vez sí); y otros días simplemente porque tenía el día ocupado y el único momento era al irme a la cama a dormir, pero estaba tan cansado que me quedaba dormido antes de que pudiera siquiera empalmarme.

Esta noche espero terminar con esa racha y aliviarme con un buen pajote. Después de tanto día sin sacar el execedente de licor de mis huevos la corrida seguramente va a ser de órdago.

Lo que no se aun de que forma hacerlo, dudo entre el bote de champú (que hace semanas que no utilizo) o el tarro de crema vacio (*). Creo que será el segundo, aunque solo sea para ver la cantidad de esperma que brotará de la punta enrojecida de mi polla cuando después de meneármela rápidamente con mi experta mano explote en un orgasmo como hace días que no tengo.


(*) Para los que no sigan este blog recordarles que el bote de champú es como una vagina que me 'follo' metiendo y sacando toda mi polla hasta que me corro dentro. En cuanto al tarro de crema, primero me masturbo de cualquier forma que se me ocurre (normalmente sube-baja con la mano) y cuando me corro echo el semen en él, es por asi decirlo un sustituto reutilizable del papel higiénico que se utilizaría normalmente para ese fin.