martes, abril 24, 2007

Ya llega la caló

De repente ha empezado el verano, o casi, porque seguro que sale algún día de frío o de lluvias antes de que llegue junio, pero los efectos ya se empiezan a notar.

Para nosotros, los tios-que-siempre-pensamos-en-lo-mismo, lo más destacable es que las chicas empiezan a llevar ropa que deja ver más carne, y que hacen que nuestra libidinosa imaginación vuele más que nunca. En este destape estival parace como si las interesadas se pusieran todas de acuerdo, porque en el plazo de unos pocos días todas pasan de llevar chaquetas y blusas de manga larga a ponerse camisetas de tirantes que dejan hombros y escotes a la luz del sol y de nuestras ansiosas miradas.

Además, lo que percibimos evoluciona con los meses del verano. Los primeros días es inevitable fijarse en los volúmenes mamarios, su forma de moverse y su textura y color, que es blanquecino después de estar guardados todo el invierno. Según pasan las semanas toda esa parte (brazos, hombros, escotazo) van adoptando otro color más tostado según les da el sol y van haciéndose menos visibles. Siguen estando ahí, pero uno ya se acostumbra. Por último, cuando ya llega septiembre u octubre, siendo conscientes de que queda poco para que vuelva a ocultarse bajo ropa de abrigo, volvemos a fijarnos y ser conscientes de tal maravilla de la naturaleza.

Lo curioso (al menos en mi caso) es que las fantasías calenturientas que provocan, o lo son en el momento de verlo, o luego ya no se recuerdan, salvo alguan excepción. Por ejemplo, se que hoy he visto por la calle a varias individuas a las que he mirado con disimulo y con una mano bajo la barbilla para no babear, pero ahora mismo no puedo acordarme de ninguna de ellas individualmente, el recuerdo ha quedado diluido entre el conjunto de cuerpos con los que me encuentro cada día.

Dicen también que el calor despierta la líbido (de ellos y de ellas) y hace que todos (y todas) busquen con más empeño el contacto con la otra (o el otro). Se supone que es porque al aumentar la cantidad de horas de luz se activa no-se-qué hormona (o similar) que es la que nos provoca las ganas de reproducirnos. Yo en mi caso no he notado nada... todavía, de momento sigo igual de salido que el resto del año, pero seguro que los efectos no tardarán en llegar, siempre lo hacen :-)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

anda guapo, que antes lo dices y antes se pone a llover... tu eres un poco gafe, no??
yo que ya estaba con la ropita de primavera y otra vez el jersey!! aunque visto lo visto... no se si es mejor quedarse con el jersey o que me mires el escote...
besitos!

el_mas_turbador dijo...

jeje, pues eso parece Albita, si lo llego a saber no digo nada :-P
Si te miro el escote lo haré con disimulo :-)