martes, noviembre 13, 2007

El polvete

Tal como os prometí hace una par de semanas os cuento cómo fue lo de follar mi amiga y yo.

Se acababa de mudar a otro piso y me invitó a cenar para inagurarlo. Yo, claro, me imaginé que era una muy buena ocasión para follar, si teníamos el piso para los dos solos, pero me entraron las dudas de si ella estaría también pensando en eso, y de si estaríamos realmente solos. Mis dudas se despejaron cuando llegué allí y al abrirme la puerta vi que no había nadie más, y que se había vestido con un amplio escote.

Me enseñó el piso, su dormitorio con una cama bastante grande, y luego fuimos a cenar al salón-comedor. Estuvimos hablando de cómo nos habían ido los últimos días y cuando terminamos fuimos a comernos el postre (tarta helada) al sofá. Cuando terminamos con la tarta, pasamos al segundo postre: Nosotros mismos. Comenzamos a morrearnos y a acariciarnos. Ella empezó a desabrocharme la camisa y a acarciar mi pecho, mientras yo hacía lo mismo con sus tetas. Metí la mano por debajo del top que llevaba y luego por debajo del sujetador, hasta que pude tocar la piel de sus blandos pechos. Entonces me susurró al oido: ¿Por qué no vamos a mi cama, que estaremos más cómodos?

Dicho y hecho, para allá que nos fuimos. Al entrar en la habitación había dos luces, una que la iluminaba toda con una lámpara en el techo y otra que solo iluminaba la cabecera. Dejé puesta esa, que era más íntima, mientras ella se iba al baño un momento. Me senté en la cama a esperarla y cuando volvió (no tardó nada) apagó la luz dejando la habitación a oscuras, iluminada solo por la ténue luz que entraba desde la calle. Lo de apagar la luz del todo me sorprendió un poco ¿le daba vergüenza que la viera desnuda? Podría ser, como comenté en una ocasión la chica está bastante rellenita, y pudiera estar algo acomplejada por eso.

Bien, ya sentados en la cama continúamos donde lo habíamos dejado en el sofá. Comenzamos de nuevo con los besos y las caricias y en seguida ella me desabrochó completamente la camisa y me la quité. Yo procedí a hacer lo equivalente, le quité el top y fui a hacer lo mismo con el sujetador. ¡No pude, malditos cierres! Se lo quitó ella y sus grandes pechos quedaron liberados. Se los masajeé con las dos manos, le pellizqué los pezones y luego acerqué mi boca y se los lamí y mordisqueé suavemente, mientras su respiración se aceleraba.

No hace falta que diga que yo hacía rato que estaba empalmado, desde que empezamos en el sofá para ser exactos. Lo siguiente fue que empezó a desabrocharme el pantalón. Primero el cinturón, le costó un poco a oscuras pero lo consiguió. Luego el botón, y cuando fue a bajar la cremallera se encontró con que no había, yo llevaba unos vaqueros de esos que llevan en su lugar varios botones. Resopló un poco y me los desabroché, era mi pequeña venganza por lo del sujetador :-) Mientras terminaba de quitármelos ella se empezó a quitar la falda que llevaba y se tumbó en la cama solo con las bragas. Me acerqué a ella, y la volví a besar, mientras una de mis manos le masajeaba un pecho para a continuación irla bajando hasta meterla en sus brajas y palpar lo que allí había. Estaba húmedo y caliente, así que no me lo pensé más y bajé hasta allí. Le quité las bragas y... un fuerte olor inundó mis fosas nasales. Me acerqué a su sexo y le pasé la lengua un par de veces, pero el olor era demasiado fuerte y no lo llevaba depilado, así que subí otra vez hacia arriba y volví a besarla mientras uno de mis dedos se quedaba allá abajo.

De nuevo me susurró al oido: "Métemela", y guiando mi polla con la mano se la metí un par de veces. Entonces, para desgracia mía, me di cuenta de que iba a aguantar muy poco. Me retiré, para ponerme condón, y ella me ofreció unos que tenía guardaos, pero yo ya había ido preparado con uno de los que había comprado más de un año antes para esta ocasión. Me lo puse y volví a penetrarla y, efectivamente al poco de empujar me corrí, aunque seguí dándole mientras aun la tenía dura, hasta que ya no pude disimularlo más y le dije que me había corrido.

Ella me dijo que me notaba tenso/nervioso, y que me relajara, así que nos quedamos un ratito tumbados en silencio, tapados con el edredón porque hacía frió. Pasados unos pocos minutos comenzamos a besarnos otra vez y llevó su mano hasta mi polla. Estaba dura de nuevo, y ella se tumbó boca arriba sobre la cama invitándome a continuar. Me coloqué encima, metí la polla y comencé a meterla y sacarla, ni muy aprisa ni despacio. Conforme entraba y salía iba cambiando el ritmo y la profundidad de las penetraciones. Ella empezó a respirar más rapido y a dar pequeños gemidos. Noté como habría más las piernas, y como las levantaba sobre mi para que la penetrara mejor. Ahora sí que la estaba follando bien, después de estar un rato dándole no sentía la necesidad de correrme, como al principio.

Mientras la follaba su teléfono móvil, encima de la mesilla, se iluminaba y vibraba con alguna llamada o mensaje. El brillo parpadeante iluminaba la habitación, recordándome a la típica escena de las películas americanas en la que dos amantes se follan a la luz de un cartel de neon.
Continué penetrándola y en un momento dado mi polla se salió. Volví a meterla y se volvió a salir. No se si habíamos cambiado ligermante la postura, pero el caso es que ahora no acertaba, y tras alguna salida y entrada más me dijo que según como me movía le dolía, así que paramos el folleteo, mientras volvíamos a besarnos.

Ella se movió al otro lado de la cama y volvió echarse boca arriba cuan larga era. Yo empecé a recorrer su orondo cuerpo con mis manos, desde los pechos hasta sus muslos, pasándolas lentamente varias veces. En una de esas veces mi manó fue a su sexo y comencé a acariciárselo, mientras mi dedo entraba en él. Lo pasé arriba y abajo, dentro y fuera, haciendo alguna rápida incursión a su clítoris. Ella empezó a respirar más aceleradamente, y a medida que lo hacía yo aumentaba la velocidad de mis movimientos y mis masajes a su pepitilla. Sus respiraciones se convirtieron en gemidos, y estos en gritos y jadeos. Empezó a retorcerse y finalmente se corrió, encogiéndose mientras gritaba de placer y le temblaban las piernas.

Nos quedamos un rato abrazados y con eso dimos por terminada la sesión. Mi intención era irme de nuevo a casa (al día siguiente había que levantarse para ir a trabajar), pero me pidió y me insistió en que me quedara con ella a dormir, y al final me convenció.

Y eso es lo que pasó, no se si os habrá gustado o decepcionado después de estar esperándo este post casi dos semanas :-)
A mi la experiencia me resultó, digamos agridulce. Por un lado, el evidente placer del sexo y de desear y sentirse deseado. Y en el lado contrario el detalle del fuerte olor, y lo de estar haciéndolo con alguién que no es demasiado especial para mi, fruto de la necesidad. Puede que al fin y al cabo en el fondo no sea más que un romántico...

lunes, noviembre 12, 2007

Avance rápido

Voy a estar fuera por trabajo hasta la primera semana de diciembre y no podré postear hasta entonces (aunque tampoco es que lo haga mucho más a menudo).

Un adelanto para los que siguen el blog: La semana pasada al fin hice con mi amiga lo que hace más de un año que teníamos que haber hecho. Efectivamente, eso que estáis pensando: Follar.

A mi regreso, os lo contaré todo con pelos y señales.

Que la paja os acompañe!

miércoles, noviembre 07, 2007

Vibrador bluetooth

Hay que ver lo que inventan. Un vibrador que se comunica por bluetooth con el teléfono móvil de manera parecida a como lo hacen los kits de manos libres para el coche.



Según he entendido la cosa funciona así:

  1. La usuaria se mete el vibrador en la cavidad que más le guste y va con ella por ahí todo el día, al trabajo, a la compra... a donde sea.
  2. Su amante tiene un código numérico que solo ellos conocen.
  3. Le envía a la usuaria un SMS con un mensaje en el que esté incluído el código anterior.
  4. Cuando el móvil de la chica recibe el SMS, se comunica por bluetooth con el vibrador que lleva en su cuerpo, y para cada letra del mensaje hace que vibre de una manera determinada.
  5. El tipo y cantidad de vibraciones se puede configurar. Cuanto más largo el mensaje, más vibraciones y más gustirrinín.

En la página aparece como ejemplo una pareja heterosexual, pero imagino que también lo podrá usar una homosexual. Y ahora que lo pienso, incluso formar tríos e incluso orgías a golpe de SMS.
Vosotras cuatro (chicas pícaras y divertidas) os metéis un vibrador de estos cada una, todos con el mismo código. Os mando el mismo SMS a las cuatro a la vez y.... uhmmmm.....


Más información: The Toy Bluetooth Vibrator

martes, octubre 30, 2007

Lo del viernes

Bueno, el viernes quedé con mi amiga-con-derecho-a-roce y lo que pasó al final no coincidió exactamente con ninguno de mis pronósticos, fue más bien una combinación del primero y del tercero, que podría resumirse así:

- Lo que pasó finalmente: Mientras estábamos en el cine comenzamos a besarnos, sin que la cosa fuera mucho más allá. Cuando salimos paseamos, agarrados los dos pero sin hacer ninguna parada para besarnos, y nos dirigimos a cierto bar que no era el de los sillones cómodos. Nos damos algunos besos más. Después vamos paseando hacia su casa y cuando llegamos a cierto cruce de calles ella se despide dándome a entender que no quiere que suba a su casa ni que pase nada más por esta noche. Nos despedimos con otro morreo y nos vamos cada uno por nuestro lado.


Y ahora la versión larga:

En el cine, durante la primera mitad de la película no pasó nada, solo pequeños detalles que indicaban nuestra disposición a lo que pasaría luego, como estar con los brazos pegados uno al lado del otro en la butaca sin apartarlos, o algunas miradas furtivas de uno y otra. En un momento dado ella se encogió un poco, diciendo que tenía frío. Entonces desaproveché el momento que me daba una excusa perfecta para aproximarme más a ella. Me maldije a mi mismo mentalmente varias veces por no haber sido más rápido, pero al cabo de pocos minutos volvió a decir lo mismo, y entonces le cogí la mano, que era cierto que la tenía helada. Después de unos instantes la retiró para buscar algo en el bolso, y cuando lo encontró volvió a cogérmela, con más fuerza. Buena señal, no reuía el contacto. Unos minutos después, apoyó su cabeza en mi hombro, y de ahí a que nos besaramos casí no tardamos nada. El resto de la película lo pasamos la mitad del tiempo mirando a la pantalla, y la otra mitad dándonos algún que otro morreo.

Esos besos eran los primeros de ese tipo (no-castos) que me daba con alguien desde hacía un año, desde que ella precisamente dejó el rollito del verano pasado. La "emoción" de volver a hacerlo provocó en mi cuerpo dos efectos: Mi corazón latía desbocado (por la emoción, como digo) y mi polla se puso dura como una roca. Sí, solo por eso, por darnos unos cuantos besos, tal era mi ansia de calor humano.
Cuando terminó la película, al levantarme de la butaca aproveché para recolocarme el miembro, que seguía tieso como una vela apretando mis pantalones y molestándome bastante. Medio tapado por el abrigo, meti la mano en ellos y me la coloqué de otra forma mejor, y pude notar que tenía los calzoncillos pringados de ese liquidillo viscoso que se segrega cuando se está muy excitado.

Salimos del cine cogidos de la mano y comenzamos a andar hacia la zona de bares para tomar algo. Mientrar íbamos para alla nos agarramos, ella a mi cintura y yo a su hombro, atrayéndonos los cuerpos, y empecé a notar la molestia del calentón, el dolor de huevos que los anglosajones llaman blue balls consecuencia de una prolongada excitación sexual que no se resuelve de la manera que es de esperar.

Llegamos al bar y nos pedimos un par de cañas. Ella se fue al baño mientras yo llevaba las bebidas a una mesa. Enseguida volvió y a continuación entré yo. En principio iba solo a mear, pero al persistir la molestia testicular y viendo que los baños estaban bastante limpios, no me lo pensé dos veces: Me encerré, y sentado en la taza del váter me casqué una paja. Mi polla en aquel momento no estaba dura, aunque tampoco tenía el tamaño ni la forma de reposo normal. Estaba como más gorda, pero blanda. No tuve que moverla mucho con la mano para que se endureciera y en seguida llegué al orgasmo. Fue explosivo, salieron varios chorros a presión, como si fuera un surtidor, muy líquido el esperma, y la sensación a medias entre alivio y casi dolor. Esto es algo bastante normal, cuando la excitación dura mucho tiempo (más de media hora) luego la corrida es así de espectacular (chicas, si no lo habéis probado con vuestros respectivos no se a que esperáis).

Después de eso volví a la mesa con mi amiga. Estuvimos bebiendo, hablando y dándonos más besos. Mi dolor testicular fue bajando hasta desaparecer, y a parte de los besos no pasó nada más, no hubo exploraciones anatómico-manuales por ninguna de las dos partes.

Nos fuimos del bar ya hacia casa, y entonces llegamos al cruce de calles del que hablaba en mis predicciones, y pasó como he contado al principio. Nos dimos algún morreo más y algún abrazo en el que ella me apretó contra su cuerpo y pude así notar yo la blandura de sus pechos, y ella la dureza de mi miembro. Y ahí nos separamos, ella se fue para su casa y yo para la mía.

Continuará...

viernes, octubre 26, 2007

De nuevo mi amiga

Los que sigan este blog desde hace tiempo a lo mejor recuerdan que el verano del año pasado me eché una amiga que me otorgó derecho de roce, el cual práctique con deleite aunque por desgracia sin llegar a la consumación del acto sesuarl. Cuando estaba a punto de hacerlo la cosa terminó abruptamente, y desde hasta hace unos días no volví a saber nada de ella.

La semana pasada me mandó un correo después de un año sin saber nada el uno del otro, y quedamos para tomar algo. Nos contamos lo que nos había pasado en este último año, y poco más. Aunque, por supuesto, mi calenturienta imaginación procedió a imaginar varias situaciones en las que acabábamos practicando ejercicios en posición horizontal, más que nada porque una de las novedades por su parte era que ahora vive independiente. Anteriormente vivía con sus padres (que además le ponían hora de llegada) y eso hacía dificil tener intimidad suficiente como para darle al cuerpo las alegrías en las que estáis (y estoy) pensando ahora mismo.

Esta noche he quedado de nuevo con ella para ir al cine. ¿Pasará algo más? Por si acaso iré preparado, jeje.

Además pasa una cosa: Por lo que me contó la última vez creo que desde que lo dejamos hace un año no ha vuelto a estar con un tío, por la misma razón que yo: tenemos poco tiempo libre y ninguno de los dos somos precisamente de los que hace que el sexo opuesto caiga a nuestros pies. Quizás al saber que sigo 'disponible' y que ella no me disgusta (tampoco es que me vuelva loco) haya decidido darle una alegría al cuerpo después de un año, por la vía rápida y segura: Mediante su 'ex', o sea, yo. Aquellos que tenéis pareja(s) habitualmente quizás consideréis esto como caer un poco bajo, pero a mi no me importa en absoluto: Es lo que tiene pasar más hambre que el perro de un ciego.

Pronósticos:

- Lo que me gustaría que pasara: Mientras estamos en la oscuridad del cine nos empezamos a besar y a meter mano. Cuando salimos paseamos haciendo de vez en cuando alguna parada para volver a besarnos. Llegamos andando hasta su casa, en la que no hay nadie. Subimos y acabamos la noche follando en su cama.

- Lo que seguramente pasará: Estamos en el cine y ninguno de los dos se atreve a dar el primer beso, y vemos la película sin que pase nada interesante en las butacas. Cuando salimos paseamos, sin hacer ninguna parada para besarnos y cuando llegamos a cierto cruce de calles nos vamos cada uno para su casa, despidiéndonos con un par de castos besos en la cara.

- Lo que también podría pasar (variante algo más optimista): Estamos en el cine y ninguno de los dos se atreve a dar el primer beso, y vemos la película sin que pase nada interesante en las butacas. Cuando salimos paseamos, sin hacer ninguna parada para besarnos y vamos a cierto bar con cómodos sillones. Nos pedimos una copa y el alcohol hace que alguno de los dos se atreva a dar el primer beso, al que siguen más besos y caricias. Después vamos paseando hacia su casa, haciendo paradas para besarnos, y cuando llegamos a cierto cruce de calles ella se despide dándome a entender que no quiere que suba a su casa ni que pase nada más por esta noche. Nos despedimos con otro morreo y nos vamos cada uno por nuestro lado.


Hagan sus apuestas. En el próximo post contaré lo que pasó, a ver si se parece algo a alguna de las tres situaciones anteriores.

miércoles, octubre 17, 2007

La de anoche

Bueno, pues anoche me hice finalmente la paja que había estado anticipando en el post.

Me tumbé en la cama desnudo, con el pene fláccido, y rápidamente con cuatro meneos se me puse en erección. Continúe con ellos y en poco menos de un minuto noté que ya me iba a correr. Tal era el calentón y el ansia que llevaba después de tantos días.

Así que recordando lo que escribí en un post anterior sobre la eyaculación precoz, me paré, y pasados unos segundos reanudé los meneos con más calma. Miré el reloj despertador de mi mesilla de noche y vi que eran las 2:59 de la madrugada. Decidí que debía durar al menos hasta las 3:05. Era muy tarde y tenía que dormir porque hoy madrugaba, pero por cinco minutos de sueño no me iba a morir.

Así que volví a menearme la polla tranquilamente con mi mano, disfrutando de la sensación y echandole un vistazo al despertador por el rabillo del ojo.

Finalmente me corrí en el tarro de crema de manos gastado, pero no me acorde de mirar como brotaba el esperma, para ver si era un buen chorro después de tanto día de sequía. Cuando hube terminado entonces sí que miré, y sí, parecía que había más cantidad de semen que cuando me pajeo todos los días, pero la diferencia tampoco era brutal.

Y eso, bien, el orgasmo fue normal, tampoco nada extraordinario, pero bien, no estuvo mal la cosa. Y ahora cuando cierre el ordenador, me iré a dormir no sin hacerme antes otra como la de ayer.

Felices y húmedos sueños a todas y a todos.

martes, octubre 16, 2007

Con ganas. Paja anticipada.

Uff, hace casi una semana que no me masturbo por una razón o por otra: Unos días porque tenía visitas en casa y eso me corta bastante el rollo (no siempre, pero esta vez sí); y otros días simplemente porque tenía el día ocupado y el único momento era al irme a la cama a dormir, pero estaba tan cansado que me quedaba dormido antes de que pudiera siquiera empalmarme.

Esta noche espero terminar con esa racha y aliviarme con un buen pajote. Después de tanto día sin sacar el execedente de licor de mis huevos la corrida seguramente va a ser de órdago.

Lo que no se aun de que forma hacerlo, dudo entre el bote de champú (que hace semanas que no utilizo) o el tarro de crema vacio (*). Creo que será el segundo, aunque solo sea para ver la cantidad de esperma que brotará de la punta enrojecida de mi polla cuando después de meneármela rápidamente con mi experta mano explote en un orgasmo como hace días que no tengo.


(*) Para los que no sigan este blog recordarles que el bote de champú es como una vagina que me 'follo' metiendo y sacando toda mi polla hasta que me corro dentro. En cuanto al tarro de crema, primero me masturbo de cualquier forma que se me ocurre (normalmente sube-baja con la mano) y cuando me corro echo el semen en él, es por asi decirlo un sustituto reutilizable del papel higiénico que se utilizaría normalmente para ese fin.

domingo, septiembre 30, 2007

Masturbación y eyaculación precoz

Leyendo el blog de MasturBLOG vi un enlace que llevaba a un test sobre el tema de la revista enfemenino.com

Pensaba que estaría más pensado para mujeres pero no, también tiene preguntas para/sobre hombres. Me sorprendió un poco la pregunta 9:

Un hombre que se toma tiempo a la hora de masturbarse, tendrá menos posibilidades de sufrir eyaculación precoz.

Yo respondí que es falso, pero me equivocaba, esta es la explicación:
Una de las razones más conocidas de la eyaculación precoz es la masturbación sistemática a toda velocidad. El cuerpo, acostumbrado a la rapidez, no sabe tomarse el tiempo necesario cuando se encuentra en situación sexual con una mujer. Por lo que se conduce, como tiene costumbre. En este caso, necesita darse cuenta de que es capaz de hacerlo con tranquilidad.

No es que cuando me pajee lo haga a toda velocidad, pero creo que tendría que tomarmelo con un poco más de calma, muchas veces lo hago persiguiendo el orgasmo sin detenerme a disfrutar de las sensaciones tan placenteras que pueden surgir hasta llegar a él. No se si seré eyaculador precoz, hace tanto que no lo hago que para la próxima vez a lo mejor han cambiado la definición de ese problema.

viernes, septiembre 21, 2007

A la hora de la siesta

No suelo echar siesta porque no tengo costumbre, pero he dormido mal y el día en el trabajo ha sido agotador. Entro en mi habitación, bajo la persiana y me tumbo en la cama con la ropa puesta (excepto los zapatos, claro).

No llego a dormirme, pero la temperatura y la poca luz que se filtra por las rendijas de la persiana hacen que mi imaginación comience a re-crear la situación para convertirla en otra más deseable. Me imagino en esa misma habitación y en esa misma cama acompañado por una rolliza moza rubia, de carnes apretadas y pechos generosos, sentada a horcajadas sobre mi polla erecta. Se balancea hacia adelante y hacia atrás, sus pechos se bambolean, y la luz que se filtra por la persiana hace que su piel parezca tener un extraño y luminoso moteado que cambia con cada movimiento.

Mientras imagino esto, me tumbo de lado, de espaldas a la puerta de la habitación por si entra alguien, y me acaricio la polla por encima del pantalón. A medida que lo hago y que avanza mi fantasía, mi polla se va poniendo más y más dura hasta alcanzar su máximo esplendor. Entonces me desabrocho el pantalón y meto la mano para seguir el masaje directamente piel con piel. La excitación crece, y afortunadamente tengo a mano el bote de champú que uso como vagina artificial casera. Lo saco del cajón donde lo tengo, y lo meto dentro del pantalón. No lo he lubricado, y me cuesta meter toda la polla, asi que cuando lo hago no comienzo a hacer el movimiento de mete-saca, sino que la dejo ahí metida. Mi fantasía prosigue y aumenta mi excitación, parece que de mi polla brota ese liquidillo viscoso que humedece un poco las paredes del bote y lo lubrican ligeramente. Comienzo a moverme pero muy poco, por no hacer ruido con la cama (hay más gente en casa y no quiero que lo oigan) y porque no desliza lo suficiente como para hacer movimientos más largos. Los movimientos siguen siendo cortos, pero cada vez más rápidos y el placer es enorme. Mis pantalones siguen puestos, con el bote dentro, y sigo echado de mediolado dando la espalda a la puerta de la habitación. Noto como se acerca el momento final, y acelero el ritmo un poco más. El orgasmo es brutal, muy intenso, y aunque no puedo verlo me da la sensación de que al correrme suelto grandes chorros de semen dentro del bote. Después de varias sacudidas, va desapareciendo la maravillosa sensación del orgasmo y empiezo a recuperar el aliento.

En ese momento, se abre la puerta de la habitación y entra mi madre a decirme no-se-qué tontería. Sigo echado de lado con el bote dentro del pantalón, con mi semen en él. Por eso no puede ver nada de lo que acabo de hacer, le contesto cualquier cosa y se va, y entonces me desabrocho para sacar el bote sin que se derrame el esperma y limpiarme la polla con un pañuelo de papel.

Ha estado cerca, pero valió la pena.

jueves, agosto 30, 2007

Los distintos tipos de pajas

Blogueando por ahí me he encontrado con este post que es una clasificación de los distintos tipos de pajas que nos hacemos los tíos. Creo que ya he puesto alguna vez aquí algún post parecido, y yo mismo he hablado también a veces de diferentes motivaciones por las que me pajeo, pero creo que esta lista es la mejor clasificación.

¿Para cuando una lista igual pero con los dedos que se hacen las tías?

1. La paja viciosa.
Es la paja por excelencia, la que hasta ahora se creía la única. Es la que te haces simplemente porque estás salido y punto. Tiene una variante conocida como la paja dedicada, y es aquella que te haces cuando ves una tía que te pone como una moto y te la machacas pensando en ella, antes de que el recuerdo se evapore de tu mente.

2. La paja ociosa. Es aquella que te haces sin ningún tipo de motivación sexual, simplemente porque te aburres y no tienes nada que hacer. Es la que se da en esas largas tardes de verano, cuando estás de vacaciones y tus colegas no pueden quedar hasta las nueve y todavía son las siete y no sabes cómo matar el tiempo hasta que llegue la hora. Si el nivel de
aburrimiento es muy alto, puede derivar en la paja experimental, que es cuando te da por hacer chorradas como pelártela con la mano izquierda, untada en crema o con la mano fría.

3. La paja valeriana. La que te haces en momentos de estrés buscando no la satisfacción sexual (que nunca viene mal), sino la relajación posterior. Es lo que sueles hacer el día antes de un examen que llevas cogido con pinzas.

4. La paja Balium o somnífero. Son las cuatro de la mañana en verano, no te quedas dormido ni a la de tres, y mañana te
tienes que levantar a las ocho… Pues eso, pajote al canto y en cinco minutos estás roncando. Existe una variante llamada paja gelocatil, que te la haces porque te duele la cabeza, con la intención de calmarlo.

5. La paja higiénica. Por extranas circunstancias de la vida, llevas una larga temporada de inapetencia sexual y hace tiempo que no vacías las pelotas. Se hace imprescindible en momentos así darle al manubrio para evitar las molestas e incómodas explicaciones sobre tus poluciones nocturnas.

6. La paja celebrativa. Has conocido a una chica maja, y finalmente has triunfado… con dos cojones, cuando llegas a casa te la pelas para celebrar el polvo.

7. La paja sorpresiva. Estás en el tigre tan tranquilo, notas algo raro, miras hacia bajo… ?Ahí va! Y esto? Te das cuenta de
que estás empalmado y no sabes por qué. Pues bueno, ya que estamos, habrá que aprovecharlo…

8. La paja McAulay. Te la haces simplemente porque estás “Solo en casa”.

9. La paja preparativa. Has quedado con una linda señorita que va a servir para que des rienda suelta a tus más bajas pasiones, pero no quieres quedar mal… qué mejor que una buena manuela para evitar desagradables caídas del sistema de forma precoz? Existe un subtipo conocido como paja preventiva, y es la que te haces cuando tienes que hablar en público y no quieres quedar mal por culpa de una inoportuna e imprevista erección.

10. La paja rutinaria. Pues bueno, porque siempre te la pelas los viernes a las siete y media o el sábado después de comer, para no perder las buenas costumbres…

11. La paja reto. Es aquella que te haces simplemente por lo bien que queda conceptualmente habérsela hecho. Dos subtipos: Por cantidad (”tengo que llegar a la séptima del tirón”, suele desaparecer con la pubertad) y por último lugar también conocido como paja estandarte (en lugares raros, como en clase, o en la sacristía…)

12. La paja innovadora. La primera. Tiene un no sé qué de misterio, de no saber qué va a pasar… finalmente te abre las puertas de un mundo nuevo, pero es una lástima que sólo ocurre una vez en la vida.

Y como broche final:

“Adolescencia: es la etapa de la vida de un hombre en la que aún cree que la masturbación es algo transitorio”.

sábado, agosto 18, 2007

Improvisada

Anoche estaba en la cama intentando dormir, cuando empezó a hacer viento y la puerta de la cocina, que estaba abierta para que hubiera corriente, empezó a dar portazos. Como eran las dos de la mañana y quería dormir, me levanté a cerrarla para que no hiciera ese molesto ruido.

Cuando hace calor como en verano y estoy en mi casa, me gusta dormir desnudo, así que cuando fui por la cocina iba así, con todo al aire. La puerta que se golpeaba da a una pequeña terracita (1 metro cuadrado) que a su vez da a un gran patio interior a donde dan también habitaciones y cocinas del resto de pisos de otras escaleras. Las luces estaban apagadas y salí al balconcito para ver cómo estaba la noche, y mientras miraba alguna estrella a través de la rojiza luz de la ciudad, sopló una ráfaga de viento que noté sobre mi piel. No se porque, pero lo de estar al aire libre desnudo, sintiendo el aire de la noche es algo que "me pone" mucho.

Bajé la mano hasta mi miembro, que no estaba ni totalmente fláccido ni tampoco erecto, sino en un estado intermedio. El viento seguía viniendo en ligeras ráfagas, y yo empecé a acariciarme la polla, que empezó a crecer entre mis dedos. Seguí dándole hasta que alcanzó una buena erección, y así estuve un rato, sin prisa ninguna. En un determinado momento, empecé a tener un poco de frío, así que me metí en la cocina y me senté en un taburete, a un metro de la puerta que seguía abierta. Ahí se estaba mejor, me seguía llegando algo de aire pero no hacía tanto frío.

Sentado en el taburete proseguí con lo que estaba haciendo. Con mi mano derecha me pajeaba, y la izquierda o bien la tenía parada, o acariciaba con ella otras partes de mi cuerpo: los muslos, los huevos, el pecho... El resto de la paja fue como suelen ser. Movía arriba y abajo mi mano, dándome placer, insistiendo de vez en cuando en la zona del glande, por los lados y por detrás del mismo. Cerraba los ojos y echaba la cabeza hacia atrás, mientras tenía fugaces visiones de cuerpos femeninos desnudos y pasadas experiencias morbosas que ayudaban a mantener y aumentar mi excitación. El ritmo iba siendo cada vez más rápido y las sacudidas más fuertes, y por el rabillo del ojo podía ver delante la sombra de la pila del fregadero, con el jabón lavaplatos y el rollo de papel de cocina.

Al avanzar la paja empezó a brotar ese líquidillo viscoso o incoloro (preseminal) que inmediatamente embadurnaba con mis dedos sobre la cabeza del glande, atrapándolo entonces entre el pulgar y el dedo índice para hacer un círculo, con el que lo apretaba y movía arriba y abajo ayudado por la lubricación extra del liquidillo, y que no duraba más de tres o cuatro movimientos, pero que daban un placer inmenso.

Finalmente, empecé a notar que iba a llegar el momento, y continúe con mis movimientos manuales a la misma velocidad, sabiendo que no tardaría en llegar al orgasmo, pero sin acelerar el ritmo para alcanzarlo, puesto que era algo inevitable. Justo en el momento que iba a empezar a correrme, estiré la mano hasta el papel de cocina y le arranqué una hoja. Hice con ella una bola no muy compacta, y la apreté contra la punta de mi polla. Le di unas pocas sacudidas más y entonces me corrí, en un orgasmo no muy intenso pero largo. Mi leche empapó el papel, y cuando terminé y me había repuesto un poco lo tiré al cubo de la basura. No se cómo fue de abundante porque todo sucedió a oscuras, pero supongo que no sería mucho porque últimamente todos los días me hago una o dos pajas y no doy tiempo a que los "depositos" se rellenen del todo, jejeje.

Me levanté del taburete, cerré la puerta que daba golpes, y me fui a la cama a dormir. No esta mal eso de improvisar una paja cuando la situación es propicia.

martes, agosto 14, 2007

La playa

Este verano en vacaciones estuve un día en la playa; hacía dos o tres años que no pisaba una, así que tenía cierta ansía por remojarme los pies en el agua marina y observar las maravillas de la naturaleza encarnadas en cuerpos femeninos.

La llegada no decepcionó, cuando todavía no había puesto el pie en la arena allí en el límite con la acera del paseo marítimo había dos chicas jóvenes de cuerpos perfectos y piel tostada tomando el sol. Durante el paseo por la orilla del mar pude observar otros cuerpos, de diferentes edades y constituciones. Algunos, poco deseables para el retoce, con celulitis, pieles colgantes o grasa acumulada en sitios poco afortunados. Pero en contraste con estos, otros en cambio hacían que fuera casi imposible no seguirlos con la mirada cuando pasaba al lado: Esa cara risueña; esos pechos insinuándose bajo el bikini; ese ombligo en el centro de una cinturita que da ganas rodear con el brazo; esas caderas bamboléandose al andar; esos muslos gordezuelos al principio de esas largas piernas... En resumen, una maravilla para el sentido visual y el imaginativo, y desafortunadamente no para el tacto o el gusto.

Después de recorrer la orilla arriba y abajo un par de veces volví al paseo, en el que había un mirador. Desde allí se podían ver dos paisajes: Uno, el mar y la línea de la costa; y el otro toda la gente que estaba en la arena tomando el sol. Me fijé especialmente en un grupito de chicas que estaban casi al pie del mirador en sus toallas. Unas tomaban el sol tumabadas, y otras estaban sentadas jugando a las cartas. Me fijé en una de las primeras, que debía llevar poco tiempo de veraneo porque su piel estaba muy blanquita. Desde donde yo estaba, sus pies apuntaban hacia mi y su cabeza hacia la orilla del mar. Llevaba un bikini de un estampado rojo y unas gafas de sol. Empecé a ponerme muy malo, al ver aquel cuerpo tan cerca de mi, a apenas dos metros, y cuyos encantos estaban separados de la luz del día por tan solo unos centímetros cuadrados de tela.



Me imaginaba a mi mismo bajando del mirador a donde ella estaba, y retirando suavemente la parte de abajo del bikini, dejando al descubierto una rajita ligeramente rodeda de vello. A continuación retiraba su parte de arriba, dejando al descubierto unos pequeños pechos, de pezones rosaditos, que besaba mientras los sujetaba con la mano. Luego, ya desnudo me tumbaba al lado de ella y mientras la acariciaba me colocaba encima y hundía lentamente mi polla dura en su rajita, que estaba caliente y húmeda. La apretaba entre mis brazos mientras ella me reodeaba con sus piernas, y follábamos hasta corrernos.

Claro, la fantasía no es muy elaborada ni larga porque se me ocurrió allí sobre la marcha, pero mientras lo imaginaba me fui marchando de allí. Desgraciadamente, iba con la inevitable familia y era una escapada de un día. No pude aliviar la excitación de la fantasía ni muchísimo menos llevarla a cabo.

Como véis, en este post no he hablado de mis experiencias masturbatorias en la playa. Eso, lo dejo para otro post.


P.D. Mientra buscaba la imagen para ilustrar este post he encontrado este foro con fotos de chicas en la playa, muy guapas todas.

viernes, agosto 03, 2007

Tomando el sol

Esta mañana he estado tomando el sol durante media horita en mi casa del pueblo. Detrás tiene un corral o patio rodeado de una tapia, pero con un pequeño inconveniente: Lo que pasa en él se puede observar desde la propia casa y desde la de los vecinos que son más altas. Solo hay un sitio en el que esto no ocurre, y es en ese punto ciego donde me he puesto.

No es que me guste mucho eso de estar tumbado sin hacer nada mientras me da el sol y paso calor, pero lo hago para no quedarme de color blanco-oficina y tener que aguantar luego bromitas al respecto. Me he quitado la camiseta y el calzado, y me he quedado en bañador sobre la hamaca. Mientras me tostaba mi piel se ponía sudorosa y empezaba a calentarse. Y a la vez que lo hacía mi piel, también lo hacía mi mente. La fantasía que he construido es lo de menos, lo que importa es que mi polla ha comenzado a crecer debajo del bañador hasta que la puntita ha asomado por arriba, porque lo tenía un poco bajado. Y todo esto sin tocarme, solo con la fuerza de la imaginación.

Entonces me he asegurado de que seguía en el punto ciego, y de que no había nadie de mi familia cerca. Me he bajado más el bañador, y con la mano me he agitado arriba y abajo la polla. Estaba caliente, como el resto de mi cuerpo por el intenso sol que me estaba dando desde hacía media hora, y como hacía varios días que no lo hacía y estaba excitado he llegado enseguida (calculo que alrededor de un minuto) al punto de casi correrme. He vuelto a mirar alrededor, y me he levantado de la hamaca y me he acercado a la tapia. Mi polla estaba fuera y he apuntado hacia la pared, como si estuviese haciendo pis, y he rematado la faena. He agarrado la polla con mi mano y la he sacudido fuerte y rápidamente, y en pocos segundos han brotado dos o tres chorros de semen que han ido a la pared. Después ha seguido saliendo pero con menos fuerza, goteando en el suelo y pringándome la mano.

Me he guardado la polla y he ido a limpiarme los restos de esperma de la mano a un fregadero. Después he vuelto a recoger la camiseta y alguna otra cosa, y he buscado mi recién derramada corrida en la pared. No la he visto a la primera, porque la pared no es de un color uniforme, sino ladrillos sin embellecer. Al fin la he encontrado, y he sonreido, por el placer que me ha dado la paja, y porque si yo mismo no era capaz de encontrar su rastro tampoco lo sería nadie más, jeje.

Después he subido a la cocina, donde mi madre estaba preparando la comida. Me he asomado por la ventana, desde donde no se ve el sitio donde estaba tomando el sol, aunque me he dado cuenta de que un trozo de la pared donde me he corrido sí que era visible. ¿Me habrán visto? Si es así, no lo han demostrado...

sábado, julio 21, 2007

Andanzas nocturnas en casa

Desde hace unos días estoy de vacaciones, y esa es una de las razones por las que llevo tanto sin postear. De momento estoy en el pueblo, en casa de los padres, aunque posiblemente la semana que viene me vaya a algún sitio con algún amigo (que no amiga, por desgracia).

El caso es que para pajearme a gusto, he de hacerlo teniendo cierta intimidad. Alguna vez lo he hecho por morbo en situaciones en que me podrían descubrir, pero son eso, ocasiones en las que se está muy salido. Para las pajas normales del día a día, no hay nada como tener la tranquilidad de que haga lo que haga y tarde el tiempo que tarde no va a entrar nadie en el momento más inoportuno a chafarme la paja.

Cuando estoy en casa de mis padres, o vienen de visita al piso donde vivo, pasa justo lo contrario. En cualquier momento aparece mi madre por cualquier motivo y nunca tengo un momento de tranquilidad. Me ha pasado más de una vez estar con el ordenador, viendo páginas no aptas para menores (fotos o textos) y tener que esconderlas rápidamente por entrar ella y buscar o decirme algo, cuando no directamente a hablar de cualquier cosa. Como para pajearse...

El colmo fue el otro día. Se puso a limpiar el baño (todas las madres tienen esa obsesión por la limpieza) y descubrió uno de mis juguetes, la tubería de goma, escondida donde la tenía, debajo de un montón de toallas. Afortunadamente hacía tiempo que no lo usaba y estaba limpio, así que cuando me preguntó que qué era eso me hice el tonto y le dije que ya estaba en el piso cuando entramos a vivir, que si quería podía tirarlo. La cosa no fue a más; ventajas de usar objetos de uso cotidiano como juguetes sexuales; aunque como lo tiró me quedé sin él.

El único momento en que puedo aprovechar para apagar mis calores es la noche, de madrugada. A veces me pajeo en mi cama por debajo de la sábana hasta llegar casi a correrme, y entonces sigo hasta el final o me detengo según las circunstancias. Otras veces hago lo que da título a este post. Me levanto y vago por la casa que está a oscuras y silenciosa. Como voy descalzo no hago ruido al andar, y recorro las habitaciones a oscuras. En algunas entra algo de luz de la calle y en otras no entra ni un rayo. Entonces me quito el pijama y me desnudo, y sigo así recorriendo la casa, o me siento en algún sitio (sofá, silla, el suelo) y uso mi diestra mano para pajearme en la oscuridad. La forma en que lo hago no tiene nada de particular, es una paja normal y corriente salvo por la situación. De vez en cuando se oye algún ruido y me paro, como el crujido de un mueble o algún sonido procedente de la calle. Luego continúo meneándome la polla, y recreándome en el placer que ellos me produce. Finalmente me corro, y esto también lo hago de distintas formas según me parezca. Si he sido previsor me habré llevado un trozo de papel higiénico y empaparé en él mi semen; Otra cosa que he hecho a veces es, si hay alguna planta en el habitación en la que estoy, apunto mi polla a la tierra de la maceta y eyaculo ahí. El semen se queda encima de ella, pero pasados unos minutos se licúa y la tierra lo absorve. La última de las formas en que descargo es en el cuarto de baño; me pongo de rodillas delante de la taza del W.C. y apunto mi polla a ella, y cuando me corro todo el esperma va a parar adentro.

Estos paseos nocturnos también los hago cuando paso la noche en casas que no son la mía. Pasearme desnudo y pajearme en sitios en los que normalmente no se hace eso es algo que me da bastante morbo.

Un caso especial es cuando estoy en la casa del pueblo. Detrás tiene un trozo de terreno tapiado que hace de corral/jardín/huerto. En noches de verano abro con mucho cuidado la puerta que lo separa de la casa y salgo al exterior. La temperatura es agradable y se oye el canto de las cigarras. De nuevo, me quito la ropa y lo recorro de arriba abajo, escondiéndome en las sombras por si alguien se asomara a alguna de las ventanas que dan ahí. Cuando ya me he aireado bastante, busco un sitio oscuro y me hago una gloriosa paja al aire libre. A veces es tumbado directamente sobre el cesped o la tierra, o sentado sobre un tronco de árbol cortado, o de pie apoyado en la tapia. La paja en sí, los meneos que le doy a mi polla, no tienen nada de particular, pero lo bueno es el momento de correrse. Al estar al aire libre no tengo que preocuparme sobre dónde irá a parar mi esperme, ni de si quedará mancha o lo descubrirá alguien. Simplemente dejo que el semen brote, y da igual si va a parar a la tierra, a la hierba, a la pared, o al tronco de un árbol. Este tipo de pajas al aire libre por desgracia son muy poco frecuentes, son solo dos o tres al año las que me hago de esta forma.

Y esto es todo por ahora. Mientras esté de vacaciones (una o dos semanas más) no se si podré conectarme, porque lo de Internet no es tan universal como a veces parece, y menos en zonas rurales. Si me apetece, es posible que escriba algo en el ordenador y luego lo suba al blog cuando tenga una conexión en condiciones.

Así que os deseo a todos y todas que tengáis un buen verano, que folléis mucho y en su defecto hagáis lo que yo, pajearos bien a gusto y si os apetece contárnoslo, aquí tenéis donde hacerlo.

lunes, julio 02, 2007

Una semana sin

De vez en cuando en algún post relativo a la frecuencia de mis satisfacciones en solitario suelo decir que va por temporadas; las hay que me consuelo todos los días, otras que lo hago cada dos o tres, y otras que no me toco en absoluto.

La semana pasada fue de estas últimas. Entre sueño, cansancios, y una extraña falta de líbido me he ido todas las noches a dormir sin jugar nada de nada con mi joystick.

Esta misma noche pienso poner fin a estos siete u ocho días de abstinencia no indeseada. En otras ocasiones cuando lo hago el orgasmo suele ser de bueno (aunque no necesariamente 'extraordinario') y acompañado de una buena corrida. Me gustaría hacerlo además de alguna forma especial, pero debido a ciertas limitaciones logísticas no va a ser posible, será a la manera tradicional, o sea, manualmente.

Ya os contaré el resultado...

viernes, junio 15, 2007

Mirando una revista

Hay una forma de hacerse pajas que no practico desde que era un adolescente y que es bastante clásica: Meneársela mientras se está mirando una revista.

Como digo, era la forma en que lo hacía al poco de descubrir la masturbación, con 13 o 14 años. Me encerraba en el cuarto de baño (que era el único sitio donde podía estar solo sin nadie de la familia rondando) y me llevaba una revista donde salieran mujeres desnudas, como la Interviú. A continuación me masturbaba mientras me excitaba viendo aquellas fotos.

El otro día hice algo parecido. Me dejaron en el buzón un catálogo de un hipermercado con los productos típicos del verano que ya va a comenzar, y entre ellos había trajes de baño. En las fotos aparecían modelos llevando bikinis y bañadores, marcando curvas y entonces, no se por qué, se me ocurrió lo de hacerme una paja "a la vieja usanza".

Me metí en el baño con el catálogo y me bajé los pantalones y los calzoncillos. Me senté en la taza del W.C. y coloqué la revista encima de mis piernas, abierta por la sección de los bañadores.
Empecé a recorrer con la vista y la imaginación aquellas curvas, pechos, cintura, caderas, muslos apretados; y el hueco que queda entre ellos, intentado vislumbrar un pezón o un labio transparentado a través de la tela.

Mientras lo hacía mi imaginaba a mi mismo con aquellas chicas, solos en una playa, quitándole ese bañador o bikini concreto, y al mismo tiempo mi mano derecha meneaba lentamente arriba y abajo mi pene erecto. En mi fantasía la chica salía de bañarse en el mar, con el bañador o bikini mojados y chorreando agua, y se dirigía hacía mi.

Le quitaba el traje de baño. Si era un bañador, le apartaba los tirantes a los lados y tiraba del bañador hacía abajo, que como estaba mojado se pegaba a su piel, hasta que se lo sacaba completamente. Si era un bikini, metía mis manos debajo del sujetador de la parte de arriba y apretaba sus pechos con mis manos, y ella se lo desataba y lo quitaba.

Después de retirar su exigua ropa, me quitaba la mía muy rápidamente y así desnudos follábamos en la arena mientras el sol calentaba nuestros cuerpos.

Mientras imaginaba esto, seguía pajeándome con la mano, de la forma habitual, acelerando el ritmo progresivamente, y ajustando lo que pasaba en la fantasía al tiempo que me quedaba para correrme. Finalmente llegué al orgasmo. Dejé caer la revista al suelo y me incorporé, apuntando con la mano mi polla hacia delante, poniéndola en horizontal para que todo el semen fuera a parar a un trozo de papel higiénico que sostenía delante con la otra mano.

No estuvo mal, recordando viejos tiempos.

P.D. Se que follar en la playa tiene sus molestias (la arena) pero como se trataba de una fantasía en ella todo era perfecto :-)

viernes, mayo 25, 2007

Bricolaje sexual

He encontrado esto navegando por esos mundos:

http://www.bricolajesexual.net/

Citando lo que dice en la portada:

El proyecto Bricolaje sexual gira alrededor de tres ejes:
las manualidades como forma contemporanea y contundente de expresión y de creación; las nuevas tecnologías y el acercamiento sin miedo al mundo electrónico y la sexualidad femenina, el secreto mejor guardado de la mujer vestida.

El proyecto consiste en la realización de talleres para la creación de jueguetes sexuales personalizados, desde el hackeo de tecnología domestica, y hasta la fabricación de objetos con materiales, pasando por la construcción de moldes y el trabajo con silicona y elementos decorativos y placenteros.

Es en Barcelona y orientado a mujeres. Si soy las dos cosas, podéis ir y nos contáis vuestras creaciones :-)

sábado, mayo 12, 2007

Encontrando el punto G

Este vídeo lleva unos días circulando de blog en blog, y dada la temática del mío no podía dejar de ponerlo.

Para ellos y para ellas: Vídeo que explica cómo encontrar el esquivo y casi mítico punto G. Está en inglés, pero para quien no sepa las imágenes son suficientemente explicativas:

Locating the G-Spot


¡Venga, ya estáis tardando en poner en práctica lo aprendido!...

sábado, mayo 05, 2007

Nuevo experimento onanista

Estaba la otra noche en la cama intentando dormir con un calentón del 15 cuando decidí ponerle remedio de la forma que da título a este blog. En lugar de hacerlo de la manera acostumbrada decidí probar algo nuevo que había leído en algún sitio.

Cogí una toalla del baño, la extendí, y puse en ella un condón. La enrollé alrededor de este y le añadí lubricante. El resultado era previsible, al haber tanta zona de roce alrededor de la polla al meterla el placer es inmenso. Cuando me disponía a meterla me di cuenta de que había apretado mucho la toalla y no me entraba bien, y tampoco quería hacer fuerza para no romper el condón antes de haber disfrutado un poco. Así que desenrollé la toalla y volví a enrollarla un poco más floja. Volvía a intenar meterla pero al hacerlo la vez anterior el condón se había arrugado y ya no entraba con facilidad. Le eché más lubricante (aceite) entonces al fin pude meter y sacar la polla de manera fluída.

Me acosté encima de la toalla enrollada y las primeras penetraciones fueron increíbles, creo que la sensación era muy muy parecida a la de una vagina real (hace tanto tiempo de la última vez que casi lo he olvidado) y disfruté muchísimo, tanto que tuve que parar porque iba a correrme enseguida. Aproveché para cambiar de posición, porque me había colocado demasiado arriba de la cama y tenía que doblarme de una forma incómoda para no darme con la cabecera de la cama. Después de eso, tras unos instantes de "enfriamiento" volví a la carga. Empecé de nuevo a hacer penetraciones, pero noté que la sensación no era la misma que al principio. Seguramente al mover el rollo de toalla para colocarlo mejor se debió aflojar y aunque seguía siendo agradable ya no era igual. Probé a arreglarlo cambiando de posición la toalla, poniéndola más recta o más curba, más apretada o más floja, pero no conseguí recuperar la sensación inicial. Desistí, y continué, porque como decía seguía siendo muy placentero, y metí mi polla entre aquella tela que la rodeaban y se abrían en cada movimiento, lentos al principio, y dando luego embestidas cada vez más fuertes y rápidas. Por dos veces noté cómo se acercaba el final y me detuve momentaneamente para alargar más el momento, hasta que a la tercera aceleré el ritmo y la respiración, y me dejé llevar hasta un intenso orgasmo cuya ola de placer me recorrió la columna de arriba abajo mientras jadeaba y me quedaba casi sin respiración.

Muy buena experiencia, si sigo sin pareja próximamente lo repetiré, sin ninguna duda. El único inconveniente es que hay que perder unos minutos en prepararlo todo y luego recogerlo (condón, toalla, aceite).

martes, abril 24, 2007

Ya llega la caló

De repente ha empezado el verano, o casi, porque seguro que sale algún día de frío o de lluvias antes de que llegue junio, pero los efectos ya se empiezan a notar.

Para nosotros, los tios-que-siempre-pensamos-en-lo-mismo, lo más destacable es que las chicas empiezan a llevar ropa que deja ver más carne, y que hacen que nuestra libidinosa imaginación vuele más que nunca. En este destape estival parace como si las interesadas se pusieran todas de acuerdo, porque en el plazo de unos pocos días todas pasan de llevar chaquetas y blusas de manga larga a ponerse camisetas de tirantes que dejan hombros y escotes a la luz del sol y de nuestras ansiosas miradas.

Además, lo que percibimos evoluciona con los meses del verano. Los primeros días es inevitable fijarse en los volúmenes mamarios, su forma de moverse y su textura y color, que es blanquecino después de estar guardados todo el invierno. Según pasan las semanas toda esa parte (brazos, hombros, escotazo) van adoptando otro color más tostado según les da el sol y van haciéndose menos visibles. Siguen estando ahí, pero uno ya se acostumbra. Por último, cuando ya llega septiembre u octubre, siendo conscientes de que queda poco para que vuelva a ocultarse bajo ropa de abrigo, volvemos a fijarnos y ser conscientes de tal maravilla de la naturaleza.

Lo curioso (al menos en mi caso) es que las fantasías calenturientas que provocan, o lo son en el momento de verlo, o luego ya no se recuerdan, salvo alguan excepción. Por ejemplo, se que hoy he visto por la calle a varias individuas a las que he mirado con disimulo y con una mano bajo la barbilla para no babear, pero ahora mismo no puedo acordarme de ninguna de ellas individualmente, el recuerdo ha quedado diluido entre el conjunto de cuerpos con los que me encuentro cada día.

Dicen también que el calor despierta la líbido (de ellos y de ellas) y hace que todos (y todas) busquen con más empeño el contacto con la otra (o el otro). Se supone que es porque al aumentar la cantidad de horas de luz se activa no-se-qué hormona (o similar) que es la que nos provoca las ganas de reproducirnos. Yo en mi caso no he notado nada... todavía, de momento sigo igual de salido que el resto del año, pero seguro que los efectos no tardarán en llegar, siempre lo hacen :-)

miércoles, abril 11, 2007

En frío y en caliente

Hoy mientras me pajeaba en el baño después de comer me he dado cuenta de una cosa. Mejor dicho, hace siglos que me había dado cuenta de ello pero hoy se me ha ocurrido que podía escribir un post.

Según mi propia experiencia, hay veces que me masturbo "en caliente" y otras "en frío"; me explico:


  • En caliente, como su propio nombre indica y seguro que imagináis, es cuando me excito por alguna razón y termino haciéndome la paja. Las razones de la excitación pueden ser varias, como estar viendo alguna película de alto contenido erótico, tener alguna fantasía, o alguna charla caliente, o haberse dado el lote sin llegar a nada más con alguna persona del sexo complementario. En estos casos el miembro está durante todo momento en erección máxima, a veces casi dolorosa, y no es raro si se prolonga mucho llegar a secretar líquido preseminal y manchar el calzoncillo (el equivalente másculino al ponerse húmeda de las chicas). Al pajearse debido a toda la excitación acumulada se termina en seguida, y si la situación de excitación anterior duró mucho tiempo (más de media hora) el esperma es eyaculado con mucha fuerza, en poderosos chorros.


  • En frío, no hay excitación previa. Lo hago en algún momento que no tengo nada mejor que hacer, o que es propicio porque no hay nadie en casa (por ejemplo) o similar. En estos casos, se empieza con el pene casi totalmente fláccido y en los primeros momentos empieza a crecer en la mano mientras se estimula. La erección así alcanzada es posible que no llegue a su punto máximo, aunque lo suficiente para lo que se está haciendo. La duración puede ser corta, (según el tiempo que llevarámos sin pajearnos o lo bien que nos estemos estimulando) o puede durar mucho si tenemos la cabeza pensando en otra cosa en vez de concentrada en lo que tenemos entre manos (nunca mejor dicho). Cuando llega el momento de correrse los chorros de semen nunca salen con tanta fuerza ni a tanta distancia como en el caso anterior.


En cuanto a la intensidad del orgasmo, es independiente de la forma de hacerlo, puedo estar muy muy caliente y excitado y tenerlo poco placentero, o hacerme la paja a lo tonto y tener un orgasmo brutal.

En el caso que contaba al principio de este post, en el baño, ha sido del último tipo. Me he empezado a masturbar sin premeditación ninguna, y he tenido un delicioso orgasmo que me ha llegado en varias oleadas, que sentía llegar de pie y con los ojos cerrados mientras expulsaba los chorros de semen en la pila del lavabo.

jueves, marzo 22, 2007

Un juego

Hace algunos años esto de tener la vida sexual limitada casi a la masturbación ya empezaba a aburrirme, así que me inventé una especie de juego que me decía la forma de hacerme la siguiente paja.

Simplemente era una tabla con varias formas y sitios, de los que se elegía uno al azar. La que voy a poner ahora no es exactamente la que usaba entonces, pero la idea es la misma. Para elegir las opciones se puede usar un dado de seis caras (1D6) o alguna otra cosa que nos de algo de azar (por ejemplo echar 6 monedas y contar las caras o las cruces):

Sitio donde hacerlo
1 = La cama
2 = Una silla
3 = El suelo
4 = W.C.
5 = Bañera/ducha
6 = La cama

Posición
1 = Sentado
2 = De pie
3 = Tumbado boca abajo
4 = Tumbado boca arriba
5 = En cuclillas
6 = Sentado

Si no tiene mucho sentido combinado con el primer apartado, tirar otra vez el dado si se desea (por ejemplo, de pie en la cama, o tumbado en el W.C. no son muy cómodos, aunque también puede tener su gracia)

Útiles
1,2 = Solo la mano
3,4 = Mano + lubricante (jabón, aceite)
5,6 = Bote de Champú™ (o similar).

Esperar antes de correrse
Justo en el momento en que se está a punto de llegar el orgasmo, detenerse, esperar a que baje, y luego seguir. Repetir la operación N veces, que serán:

1 = 1 vez
2 = 2 veces
3 = 3 veces
4 = 4 veces
5,6 = Ninguna vez, correrse directamente

Lugar de la corrida
1 = La mano
2 = El pubis/la tripa
3 = Un trozo de papel higiénico
4 = El suelo
5 = El lavabo
6 = La pared, si se puede limpiar de forma sencilla (azulejos). Si no, volver a tirar el dado, o hacerlo en la mano.


Ejemplo de tirada (simulador de dados): 1, 6, 2, 3, 1, es decir: "Masturbarse en la cama, sentado, usando solo la mano, esperando 3 veces antes de correrse, y eyaculando en la misma mano"

Variaciones y mejoras
- La tabla está pensada por y para un tío, pero las chicas con un poco de imaginación seguro que sabréis adaptarla.
- Ampliar la tabla con más opciones y usar más de un dado, o dados de más de 6 caras.
- Hacer dos tiradas más que sean el número de pajas que se harán así, y el plazo de días. Si sale un 6 y un 1 (6 pajas así en un solo día) ¡será dificil de cumplir!
- Hacer otra tirada de "doble o nada", o "doble o mitad".
- Quien dice pajas también dice polvos, si tenéis pareja podéis adaptar la tabla a vuestras posturas y actividades favoritas (o todo lo contrario, je je).


¿Qué tirada os ha salido a vosotr@s?

domingo, marzo 04, 2007

La no-paja del viernes

Este viernes salí a dar una vuelta con un colega, al que hacía tiempo que no veía. Recorrimos unos cuantos bares, bebiéndonos unos cuantos cubatas en cada uno, hasta que llego la hora del cierre y nos marchamos cada uno a nuestra casa. Yo iba bastante bebido, y caminaba haciendo eses. De vuelta hacia la mía pasé al lado de un parque (que está cerca de un un sitio donde una vez me pajeé) y me metí por él para atajar. Estaba caliente, tenía unas ganas locas de follar, porque encima en toda la noche no me había ni acercado a una tía con el lejano propósito de decirle nada.

Pasé al lado de unos matorrales y me di cuenta de que era un buen sitio para "esconderse", ya que estaba un poco apartado del camino principal del parque y daban contra una verja por el otro lado. Me metí allí sin pensármelo mucho, me bajé un poco los pantalones, y de pie como estaba empecé a meneármela. El tamaño de mi polla aumentó y pude agarrarla mejor mientras seguía dándole. Después de unos minutos la cosa no progresaba, no notaba placer ni veía cercano el momento de correrme. Evidentemente el alcohol tenía mucho que ver en ello, pero quizás también el hacerlo de pie. Por alguna razón, normalmente cuando me pajeo me cuesta más correrme si estoy de pie, que si estoy sentado o echado.

Así que decidí sentarme en el suelo. El problema era que en ese sitio donde estaba no había cesped, solo la fría tierra que además estaba mojada, dando lugar a un barrillo. Para no mancharme el culo, rebusqué en mis bolsillos y en uno encontré un sobre. Era la nómina, que me habían dado el día anterior. Saqué el papel, deshice el sobre, y los coloqué en el suelo. Me senté encima y con las rodillas levemente flexionadas retomé la tarea. Estaba más cómodo y mi mano seguí agitando la polla arriba y abajo, cambiando la velocidad y acelerando la marcha, cada vez más rápido. Después de unos minutos... nada, seguía como al principio. Así que como hacía algo de frío y estaba mareado y somnoliento, decidí dejarlo para mejor ocasión. Me subí los pantalones, guardé el papel de la nómina todo manchado de barro y arrugado en lo que quedaba de sobre, y me fui para casa.

Me fui directo a la cama, y pensé terminar lo que había empezado, pero antes de hacerlo me quedé dormirdo, hasta que el sábado a mediodía amanecí con una fuerte resaca.

Y es que el alcohol y el sexo no son muy buenos aliados...

jueves, marzo 01, 2007

Nuevo bote de champú

Anoche cuando me fui a dormir me apetecía pajearme, como tantas otras veces. Me tumbé en la cama desnudo y comencé a meneármela, pero después de un rato me entraron ganas de "algo más", casi necesitaba mover la pelvis atrás y adelante, necesitaba penetrar.

Tenía disponible el tubo de goma con el que jugaba de vez en cuando tras la destrucción del bote de champú que tenía antes para consolarme. El tubo de goma está muy bien porque es estrecho y tiene estrías que hacen la penetración muy placentera, pero tiene algunos inconvenientes prácticos:

  • Al estar abierto por los dos lados hay que manejarlo con cuidado después de usarlo para que no se salga la corrida y lo manche todo. Mi costumbre es dejarlo al lado de la pata de la cama toda la noche hasta que me levanto a la mañana siguiente, que es cuando lo lavo. Lo tengo que dejar apoyado de una forma extraña para que ninguna de sus aperturas quede al nivel del suelo y se salga el semen.

  • Al ser tan estrecho y estar hecho de goma [porosa] hay que usar mucho lubricante. Después de estar un rato penetrándolo hay que echarle más porque se va absorviendo, y a veces corta el rollo, tener que pararse un momento porque la polla no entra con suavidad.

  • El orificio por donde entra la polla está totalmente abierto y es igual de ancho que el resto del tubo, por lo que si se inclina hacia abajo durante la jodienda todos los fluidos que hay dentro (semen y el lubricante que use [jabón, aceite]) se salen y van a parar a donde esté en ese momento, que normalmente es la cama, dejando un cerco en la sábana e incluso en el colchón. De hacerlo un par de veces a penas se nota, pero cuando van unas cuantas se hace más evidente y es una guarrada.


Así pues, me decidí a hacerme otro bote de champú masturbador siguiendo el procedimiento que ya conté en los inicios de este blog. Como ya he contruido unos cuantos, en cuestión de 15 minutos lo tenía listo para su uso, así que decidí estrenarlo.

Lo primero que hice fue abrir las ventanas de la habitación para que entrara aire fresco y se fuera el olor a plástico quemado, y luego me metí en la cama tapado con el edredón porque el aire más que fresco estaba frío. Me tumbé boca abajo y llevé el bote hasta mi polla. Como se me había terminado unos pocos días antes, aun tenía algo de jabón en el interior, por lo que tras meterla unas pocas veces se impregnó todo por dentro y puede empezar a hacer penetraciones más rápidas y profundas. En esta ocasión no traté de hacer rugosidades en las paredes para simular el tacto de una vagina, sino que las dejé tal como estaban, lisas. Eso no impide que sea también muy placentero penetrarlo, y así lo hice durate un rato, disfrutando de las sensaciones tan agradables que me daba, y satisfaciendo la necesidad de penetrar de la que hablaba al principio del post. Finalmente llegué al orgasmo, que fue largo e intenso como hacía días que no lo tenía.

Cuando acabé, puede apreciar dos de las ventajas que tiene el bote con respecto al tubo de goma: Solo tiene un agujero, por lo que al terminar lo pude dejar de pie en el suelo sin temor a que se derramara el recién eyaculado esperma. Y al ser el agujero de menor diámetro que el resto del bote, no se salió ni una sola gota de fluídos mientras me lo follaba, con lo que la sábana quedo límpia. La desventaja que tiene es que hay que contruírselo uno mismo, mientras que al tubo de goma no hay que hacerle nada, se puede usar nada más desembalarlo (lo mismo que las vaginas en lata esas que venden, que son bastante más caras).

lunes, febrero 26, 2007

Fantasías sexuales bien organizadas

Tengo una personalidad que a veces es un tanto contradictoria. Para algunas cosas me gusta ser ordenado y en otras soy absolutamente caótico. Una de esas cosas son las fantasías sexuales. Están las que todos tenemos, con esa persona que tanto nos gusta y con la que nos imaginamos a nosotros mismos haciendo todo tipo de guarreridas. Y luego, en ocasiones, tengo fantasías de los más ordenadas y sistemáticas en su desarrollo.


Ejemplo 1:

Hoy tenía que trabajar por la tarde y he ido a comer con unos compañeros a una cafetería cercana. Íbamos 5 chicos y 2 chicas. Mientras tomábamos el café pensaba ¿cómo nos organizaríamos si montásemos una orgía? Pues podría ser dos tíos con cada tía (uno para cada agujero por ejemplo), y el que sobra que mire. O dos con una y tres con la otra, que podría cabalgar a uno mientras pajea a los otros dos.

También se da el caso contrario, con más chicas que chicos. Este verano me quedé a comer con medio departamento de Administración, en el que son casi todas mujeres, de varias edades y atractivos físicos. Ahí la cuestión era repartirlas lo más equitativamente posible entre los tios que estábamos, o todo lo contrario, las más buenorras para mi, que para eso era MI fantasía, ja ja.


Ejemplo 2:

Esto lo hice cuando estudiaba en la universidad. Tenía una asignatura de libre elección, en la que nos juntábamos gente de varias carreras distintas. Cuando pasaron unas semanas y ya conocía más o menos de vista a todo el mundo, me hice una lista con las tías, y las siguientes noches, me fui pajeando teniendo como protagonista a todas y cada una de las que aparecían en la lista. Así, de forma sistemática, TODAS, igual las que estaban buenísimas, como las del montón, como las menos agraciadas físicamente. Esta fantasía además de ordenada y sistemática era también muy ecuánime, en ella nadie se quedaba sin follar, algo totalmente irreal, por eso era una fantasía.




Lo se, es una tontería, pero es real y además no sabía que postear...

lunes, enero 29, 2007

Colaboración: Paja con un pepino

Un lector de Costa Rica me escribe sobre una ingeniosa forma de pajearse utilizando un pepino. Dice así:


Tienes que escoger un pepino de tamaño y grosor un poquito mayores de tu polla. Le quitas una de las puntas y con un cuchillo le sacas la carne. El tamaño del hoyo debe ser de manera tal que te entre la polla. Prefiero que quede un pco bien apretada para que haya mayor roce. Tambien suelo ponerle un poco de aceite de girasol u oliva para que resbale mejor. La tecnica es la usual de subir y bajar, pero tambien puedes usar la que yo llamo del boy scout y es de mover el pepino en forma rotativa con ambas manos a la velocidad que quieras de modo que todo el glande se ve frotado por la carne del pepino. Cuando la hago, tio, te digo que siento que se me sale el alma
por la polla. Los inconvenientes es que el pepino te sirve solo una o dos veces porque al rato se pone feo. Tienes que planearla para ir al super a escoger pepino porque si se te antoja de pronto es posible que no tengas uno a mano. Tambien deberias abrir un pequeño agujero en la punta, con un punzon, para que salga el aire y sea mas facil la penetracion.

Lo mejor que puedes hacer es probarlo y me cuentas como te fue.



Yo había pensado algo parecido, pero vaciando un plátano (o banano, como dicen en latinoamérica) y el resultado no fue muy bueno, era demasiado pequeño y en cuanto metí dos veces la polla se rompió.

En fin, si un día de estos voy de compras al supermercado, si puedo miraré de comprar uno para probarlo y (por supuesto) relatar aquí la experiencia.

Ya véis chicas, parece que esa hortaliza nos puede hacer disfrutar a ambos sexos de maneras muy diferentes :-)

miércoles, enero 24, 2007

El descanso del guerrero


Últimamente llevo una temporada que estoy hasta arriba de trabajo. Me voy a dormir a altas horas de la madrugada (como ahora) teniendo que madrugar al día siguiente, con sueño y cansancio acumulado.

Es en estos periodos cuando justo al irme a dormir, y casi todos los días sin excepción me hago un rápida pajilla, metido en la cama con el pijama puesto, el pantalón medio bajado, y la manta subida hasta un poco más abajo de la cintura, para dejar la polla al aire.

Estas pajas no me las hago porque esté caliente y quiera desfogarme. La mayoría de las veces mi polla está flaccida, pequeñita y arrugada porque no estoy excitado y la temperatura en la habitación es tirando a fría (a estas horas la calefacción ya se ha apagado). Entonces tengo que comenzar a estimularla y al poco de comenzar a hacerlo empieza a crecer entre mis dedos hasta que alcanza su tamaño máximo de erección. El resto es bastante normal, a continuación viene el clásico sube-baja con la mano agarrando la polla, insistiendo de vez en cuando en la zona del glande.

El orgasmo llega pronto, preparo mi tarro de crema de manos vacío, que coloco sobre mi tripa, y remato la faena agitando con más rapidez mi mano. La corrida llega como suaves oleadas de placer mientras el esperma resultante que brota va a parar al tarro. Como me masturbo de esta forma casi todas las noches, tengo poca materia léfica almacenada en mis huevos y la cantidad que sale no es muy grande.

El objetivo de estas pajas no es disfrutar la paja en sí y deleitarse en un placer largo y de intensidad creciente. Al contrario. Como ya se ha hecho tarde y tengo cierta prisa por irme a dormir, de lo que se trata es de llegar cuanto antes al orgasmo, que suele ser corto y de intensidad moderada, pero que sirve también para descargar tensiones y poder descansar tranquilo.

Es la paja del descanso, la paja del descanso del guerrero, del guerrero del día a día.

miércoles, enero 17, 2007

Depravado

Eso es lo que parezco a veces. Cuando entra en mi campo visual alguna fémina con vaqueros ajustados (o alguna otra prenda parecida, pero ceñida), no solo me maravillo del volumen carnal de su culo y sus muslos. A veces sigo estos hacia arriba y dirijo mi mirada allí donde se juntan, que es ese sitio que quedá casi en el centro del círculo imaginario formado por las curvas de sus caderas.

E imagino mi dedo hundiéndose en ese sitio mientras su propietaria emite un ahogado gemido...

lunes, enero 15, 2007

Lo peor de madrugar

Lo peor de levantarse por la mañana con el tiempo justo antes de ir a trabajar...

... no es el sueño que tienes.
... no es la pereza.
... no es el cansancio si has dormido poco.
... no es el hambre que puedas tener.

Lo peor de levantarse por la mañana con el tiempo justo antes de ir a trabajar...

... es no poder aprovechar esa erección para recibir al nuevo día con una buena paja.



Es lunes por la mañana, y empieza la semana. ¡Ánimo!

jueves, enero 11, 2007

Paja en el trabajo

Hoy ha sido un día estresante. En un momento de la mañana he ido al baño a hacer mis necesidades fisiológicas, y ¡vaya que si las he hecho! ¡todas!. Después de terminar con las que se hacen siempre que se va al servicio me ha apetecido hacerme una pajilla, para liberar tensiones.
El baño en sí está bastante bien, porque en el pasillo del sitio donde trabajo estamos poca gente y siempre está limpio. Además, cuando se cierra la puerta con pestillo, se queda bien cerrada, no es de esos que tienen un hueco debajo (y otro arriba) para ver si hay alguien, es muy discreto.

Me he acercado al lavabo, y he echado en la palma de la mano un chorrito de jabón del expendedor. Luego he vuelto a sentarme en la taza del water (antes había tirado de la cadema) y he procedido a hacerme la paja. Mi polla estaba fláccida pero eso nunca es problema, cuatro toqueteos y ya estaba erecta, pidiendome que siguiera. Entonces la he agarrado con mi mano impregnada de jabón y he comenzado a moverla arriba y abajo, apretándola con los dedos que se deslizaban facil y placenteramente gracias a la lubricación. Enseguida he empezado a sentir el gustirrinín, y he apretado el múscolo pubocoxígeo para que se me pusiera más dura, lo que ha provocado que por un instante el glande se hinchara levemente adoptando un color más intenso.

Lo he mantenido así unos segundos y luego liberado, repitiéndolo unas cuantas veces mientras seguía menándomela. Cuando he notado que venía el momento del orgasmo he apuntado hacia adelante y finalmente han brotado dos buenos chorros de semen, seguidos de otros menos potentes. Toda la leche ha ido a parar al suelo, que es de baldosín blanco, y ha quedado como una fila de gotas que iban desde la base de la taza del water hasta medio metro hacia adelante.

Me he limpiado los restos que quedaban en la punta del miembro y me he vuelto a subir los calzoncillos y abrochar los pantalones. Luego, con grandes (total, paga la empresa) trozos de papel higiénico he limpiado todos los salpicones de semen del suelo y los he tirado al retrete. Y allí, no ha pasado nada.

Luego he vuelto al trabajo. Lo que quedaba de día he estado igual de ocupado que al principio de la mañana, pero estaba menos tenso :-)

jueves, enero 04, 2007

Primer post del nuevo año

Después de unas merecidas vacaciones vuelvo a la carga, con el blog y con lo que hace que escriba en él. Estos días los he pasado con toda mi familia, lo que significa que apenas he tenido intimidad como para dedicarme a la placentera actividad que da título a esta página.

La última paja del 2006 fue la que me hice el 22 de diciembre, coincidiendo con la iniciativa Global Orgasm de una pareja de chalados sobre la que escribí un breve post ese día.

Desde ese día no he podido masturbarme a gusto hasta correrme. Lo más parecido fue una noche en que estando erecto en la cama comencé a meneármela arriba y abajo muy despacio y silenciosamente (no dormía solo en el cuarto). El masaje continuaba durante un rato, llegando a salirme liquidillo lubricante preseminal, que embadurnaba por la punta de mi polla a la vez que la frotaba, haciendo la experiencia más placentera. De esa forma seguía tocándome hasta llegar a notar la sensación de que el orgasmo estaba a punto de llegar. Entonces paraba toda acción, hasta que se me empezaba a bajar la erección. Volvía a repetir el proceso, hasta que de nuevo estaba a punto de correrme. Y así lo hice dos o tres veces más, sin dar la última sacuidad que hubiera provocado que eyaculase.

A parte de eso, nada de nada, ni siquiera en Nochevieja. Es una fecha en la que dicen que se folla mucho, y no dudo de ello, pero una vez más, fui incapaz de pillar cacho.

El día 2, se terminaron mis vacaciones y pude al fin librarme de la family. Ya con la adecuada privacidad procedí a inagurar el nuevo año sexual. Haciendo cuentas, me salía que había estado 10 días sin disfrutar de mi mecanismo, y decidí terminar ya con tan incómoda abstinencia.

La forma no fue bastante convencional, nada de experimentos ni nuevas formas. Fue lo que se dice una buena paja clásica, más o menos como la que he contado antes, solo que las aproximaciones al borde del orgasmo fueron solo dos, y tras la última pude al fin correrme, sentir palpitar mi polla mientras el esperma brotaba a borbotones blanco y viscoso. Lo recogí en un tarro vacía de crema de manos que he mencionado alguna vez, y por cómo se cubrió el fondo se notaba que llevaba varios días sin descargar.

Para el nuevo año los típicos propósitos que todos nos hacemos en mi caso y el tema del sexo son sencillos: Conseguir de una vez una compañera para que podamos disfrutar el uno del otro sin tener que recurrir al placer en solitario.

Feliz año nuevo a tod@s!!!!!!