viernes, septiembre 15, 2006

Otro dedo en el parque

Con una semana de retraso (estoy muy liado últimamente) os cuento rápidamente lo que pasó el último viernes con mi amiga:

Quedamos por la noche a la hora de siempre donde siempre y nos fuimos a un bar a tomar algo. Las veces anteriores ibamos directamente al parque a darnos el lote pero en esta ocasión al volver de vacaciones teníamos cosas que contarnos.

En el bar nos tomamos unas copas sentados en unos sillones muy cómodos en la zona más al fondo y más oscura del local. Hubo alguna que otra sesión de morreos, todo muy normal. Al cabo de algo más de media hora nos fuimos de allí, y paseando tranquilamente llegamos al parque, en unos 10 minutos. Entramos en él y dimos un par de vueltas hasta que al final nos sentamos en un banco cerca de una fuente.

La cosa fue muy rápida. Empezamos de nuevo a morrearnos y casi enseguida ella se sentó a horcajadas sobre mis piernas, y seguimos besándonos mientras nos abrazábamos. Sus manos desataron mi camisa y comenzó a acariciarme el pecho. Yo hice lo mismo con las mías, las metí por debajo de su camiseta y masajeé sus tetas. Levanté las copas del sujetador y las metí debajo, y comencé a masajeárselas, pellizcando sus pezones de vez en cuando, lo que hacía que se acelerase su respiración.

En un momento dado su mano bajó a mi entrepierna y comenzó a abrirse camino hasta mi polla. Yo hice lo mismo con una de mis manos, empecé a bajarla hacía su zona íntima, pero me detuvo. Todavía no.... me dijo, así que la volví a subir a sus tetas. Ella comenzó a meneárme la polla arriba y abajo, con brío, y de vez en cuando me preguntaba ¿Sigo?, y yo le decía que sí. La verdad es que no me estaba dando demasiado placer porque la forma de cogermela (desde arriba, y sin tocar el glande) no era la más apropiada. Yo seguía centrado en sus tetas y en un momento dado retiró de esa zona una de mis manos y me la llevó hasta el borde de su falda.

Entonces la metí por allí dentro, primero palpé su vello púbico, y luego seguí hasta dar con su húmeda y cálida hendidura. Allí me recreé pasando mis dedos por todos los pliegues de su sexo, que estaba mojadísimo. Se lo acaricié haciendo círculos, y luego me centré en su agujerito. Empecé a meter y sacar los dedos de él, y de vez en cuando alguno de ellos le daba un toquecito a su clítoris. Cada vez que lo hacía ella daba un respingo, un gemidito contenido, y empezó a abrazarme más fuerte y a morderme la oreja.

Finalmente se corrió, y enseguida me pidió que apartara la mano. Tras tomar un respiro, nos recompusimos la ropa y nos fuimos.

Estuvimos muy poco rato, por una cosa que no he mencionado para no hacer pesado el relato anterior: Durante todo el tiempo que estuvimos allí no dejó de pasar gente: una señora paseando al perro, al que llamaba a gritos por su nombre. Adolescentes que iban o volvían de algún botellón. Chicos jóvenes que se paraban a beber en la fuente. Más gente paseando al perro...

En la primera interrupción, que coincidió más o menos con el momento en que mis manos empezaban a abrirse camino por debajo de su sujetador, los dos dijimos casi al unísono: Tenemos que buscar otro sitio con más intimidad. Así que a ver si le propongo algo que se me ha ocurrido: Resulta que muchos sábados (no todos) mis compañeros de piso salen por ahí de marcha (como es natural) y no vuelven hasta casi el amanecer. Podría invitarla a venir y aprovechar para retozar tranquilamente sin testigos incómodos hasta las dos o tres de la mañana, y luego acompañarla a su casa. Es casi lo mejor que puedo hacer, a parte del hotelito o el hostal, que se queda como segunda opción.

Que tengáis buen fin de semana y folléis mucho. O en su defecto practiquéis el onanismo con mucho deleite.

8 comentarios:

willardcabalgadenuevo dijo...
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Anónimo dijo...

Veo que la cosa está un poco estancada. Dejaos de historias de una vez. La opción del hostal o del piso tenéis que ponerla en práctica cuanto antes. Ya no hay ninguna razón para continuar como dos adolescentes.

Yo también he estado muy liado estas últimas semanas y, por lo que parece, Aksaray también ha empezado uno de sus Guadianas. ¿Cómo ha ido la cosa con el chico que te pone a cien?.

Srta Geek dijo...

Olvidaos del parque y buscaos otro sitio.
Lo de tu piso está bien. No entiendo porque no puedes llevarla aunque estén tus compis, asi en plan colega a la que invitas a un café y os quedais en la habitación a hablar (jijijiji) de vuestras cosas ;-)

Anónimo dijo...

estoy con el willard ese yo no t dejava eskapar bibo kolega

el_mas_turbador dijo...

Hola a todos y todas,
en efecto, está claro que tenemos que avanzar y dejarnos de una vez de dedos y pajillas, a ver si nos follamos de una vez!

Mastetas, sobre las ídems de mi amiga, te cuento: Las tiene bastante grandes sin llegar a ser descomunales, yo le calculo una 100 - 110, aunque como es bajita en proporción pueden parecer más grandes de lo que en realidad son. Al tacto son blandas y firmes, y los pezones pequeñitos y rosados. En resumen, muy bonitas, las dos, ja ja.

Anónimo dijo...

No has pensado que si tu amiga llega algún día a leer este blog, te puede odiar para toda la vida por contar vuestra intimidad?. No piensas que las experiencias ya son cosa de dos y como tal deberías tener su aprobación para publicarlo?

Anónimo dijo...

Esas aventuras son increíbles...

También deben darse la posibilidad de que la relación tome un vuelco desde lo meloso a lo más violento.

Iba en el auto en una cuidad pequeñita de Chile. La pasé a buscar, desde que se subió supe que era distinto a todos los demás roces que habíamos tenido. Había tensión y falta de un diálogo fluido, comenzamos a andar y fuimos a un pueblo cercano donde en el trayecto existen espacios amplios de oscuridad, nos detuvimos y nada pasaba... nada.
pensé que ese noche no disfrutaríamos como otras. nos detuvo la policía y me pidieron los documentos, busqué... busqué... no podía encontrarlos... la miré y estabamos nervisos...

Aparecieron al fin... pasamos.

todo estaba más tenso. Nos detuvimos nuevamente, intenté tocarle una teta y ésta vez fue muy fácil.

De pronto no quiso más.

[silencio]

[silencio]

abrió mi pantalón y comenzó a chuparlo (hasta hoy nadie me ha chupado así el pene, lo juro), lo chupó cada vez mejor.

comenzé a sudar... gotas caían de mis axilas mientras ella chupaba

chupó hasta que eyaculé dentro de su boca.

me pidió que la fuera a dejar... no la he visto más, pero la recuerdo increíble por esa chupada y estoy seguro que ella a mi.

el_mas_turbador dijo...

Anonimo 1: Dudo que mi amiga descubra este blog, pero de todas formas, aunque sea cosa de dos, pienso que tengo todo el derecho del mundo a contar las cosas según mi punto de vista, siempre que no le perjudique a ella. Y como no he dicho nada que permita su identificación, creo que no es el caso.

Anonimo 2: ¡Buena historia! Y lo mejor de todo es que fue real, ¿no?