domingo, julio 30, 2006

Poco que contar

Este fin de semana mi amiga-con-derecho-a-roce no podía quedar, así que no ha habido sesión de magreo ni avances lentos o rápidos en el camino hacia la cama.

Lo que sí que ha habido esta última semana ha sido la paja de rigor justo antes de irme a dormir, y los dos dias del fin de semana también antes de levantarme. En todos los casos ha sido de la misma forma, a mano sin añadido ninguno, ni aparato ni lubricante ni ná. Echado encima de la cama, a oscuras, mi cuerpo desnudo al calor de la noche, aliviado ocasionalmente por algún ligero movimiento de aire que se colaba por la ventana abierta y la persiana a medio abrir. Si tuviera algún vecino cotilla dotado de algún aparato capaz de ver en la oscuridad le habré dado unos espectáculos magníficos, je je.

En casi todas las ocasiones mi pene no estaba erecto, ni completamente fláccido, debido a que unos minutos antes había estado mirando fotos de diosas de la belleza, y reaccionando en consecuencia. Es por eso que con solo acariciar mi miembro suavemente entraba en funcionamiento hasta alcanzar su esplendor, y a continuación seguía manejándolo para que me procurara el placer que esperaba de él.

Mi mano derecha lo movía arriba y abajo lentamente, sujetándo entre el pulgar y el índice el glande, rojo y palpitante. El movimiento seguía y seguía sin cesar, y aumentanto solo ligeramente el ritmo. Después de uno rato, comenzaban a manar los jugos que confirmaban que pronto pasaría lo que da tanto placer. Mientras llegaba, disfrutaba de la sensación que me subía por toda la columna y hacía que empezara a retorcerme.

Y así, de esa forma tan sencilla y sin ningún artificio como en otras ocasiones, alcanzaba unos deliciosos orgasmos, no más intensos que otras veces, pero no por ello menos agradables. El resultado de la explosión lo vertía en un tarro de crema de manos ya gastado, con la luz temporalmente encendiad, para que nada se fuera a donde no debía y dejara huellas que no quería.

Y después, me daba la vuelta y en seguida dormía.


P.D. Gracias por los consejos y comentarios de posts anteriores. A l@s que tenéis blog os he puesto un link en la columna de la izquierda, si alguien no quisiera estar, que me lo diga y lo quitaré.

martes, julio 25, 2006

Carne...?

Observad esta foto (pinchar para agrandar):











Chicos y chicas... ¿no os da cierto repelús la segunda individua por la izquierda? A mi mucho, me trae a la memoria imágenes de los campos de concentración nazis, aunque parece que a la de la foto nadie le ha obligado a estar así.

¿Cómo es posible que sigan desfilando por la pasarelas chicas así, para ejemplo de niñas de mente todavía inmadura? ¿Cómo es que las dejan hacer sesiones fotográficas como esta? Vale, en este último caso puedo comprender que la audiencia a la que va dirijida no es precisamente la misma que en el primer caso, y además se me puede incluso criticar que estando en contra le haga publicidad, pero no he podido resistirme, la carne es debil, y la voluntad para resistirme a ponerlo, también.

Mensaje para las que se les pase por la cabeza que así son mas guapas: De las cuatro, a mi la que más me gusta es la tercera, la rubita.

Y seguro que no soy el único.


La galería completa, aquí. Fijaros bien en la susodicha, que bracicos, que muslos sin chicha, parecen palillos que se vayan a romper. Aggghhhhh

martes, julio 18, 2006

Progreso lento

El fin de semana pasado salí de nuevo con mi amiga-con-derecho-a-roce. Volvimos a quedar en el mismo sitio y a la misma hora, porque está muy bien para darse el lote: llegas, te pides una bebida, te sientas en unos silloncitos pequeños y juntos en un sitio a medio oscuras, y hala! a darle a la lengua y al manoseo. En esta última actividad ella me abrió un par de botonos de la camisa y me acariciaba el pecho, y yo hacía lo mismo con ella. Abrí un par de botones de su blusa y metí la mano por el hueco, y como pude le masajeé un pecho, aunque tenía el sujetador y no podía palpar su piel. Ella medio cerraba la camisa para disimular un poco y que la gente de alrededor no notara que le estaba sobando la teta :-) En eso no hay mucha más novedad, fue todo parecido a la semana pasada. Estuvimos un par de horas en el sitio ese y luego nos fuimos a pasear por las calles del centro de la ciudad, avenida a arriba avenida abajo, agarraos de la cintura el uno a la otra. Y de vez en cuando una parada para darnos algún que otro morreo.

Hasta ahí nada nuevo. Lo bueno vino en una de esas paradas, que coincidió que era un sitio rodeado de arbustos por el que no pasaba casi nadie, y desde fuera no se nos veía apenas. Nos sentamos en un banco y comenzamos a besarnos como antes, aun más pegados si cabe porque allí no había tantos ojos que pudieran vernos. Volvimos a abrirnos los botones de la camisa, y mientras ella acariciaba mi pecho yo hacia lo mismo con los suyos. La novedad es que se las arregló para bajarse un poco el sujetador y entonces pude tocarlo en toda su magnificencia, piel, carne blandita, pezón que empezaba a ponerse respingón... Otra parte de mi anatomía hacía rato que estaba también respingona, y seguíamos besándonos, y notaba como su respiración se aceleraba y se hacía más fuerte cuando recorría su pezón con mis dedos. Pero cuando estábamos en lo mejor apareció por allí alguien y ella se tapó y se abrochó rápidamente.

Cuando pasó el 'peligro', ya no pudimos reanudarlo, dijo que tenía que irse a casa, que sus padres se iban de viaje al día siguiente y le habían puesto hora de llegada. Y además parece ser que su madre en particular es muy chapada a la antigua, y lo que no entendí bien es si la hora de llegada era solo ese día porque se iba de viaje, o es así siempre. Pero bueno, la despedida fue cordial, a la chica no se le veía nerviosa ni arrepentida ni nada de nada. Así que paró un taxi, nos dimos un último beso en los morros y nos despedimos.

Y yo, como la semana anterior, me quedé allí con un calentón del 15 y lo que los yankis llaman 'blue balls', o sea, huevos hinchados y doloridos. En esta ocasión al llegar a casa media hora después se me había bajado la erección pero no el dolor, así que me hice un buen pajote para calmarlo, y la verdad es que me quedé muy a gusto. Después, ya más calmado rememoré lo que había sido la noche, y como el dolor no se había ido del todo me volví a masturbar, y me corrí en el mismo sitio que antes, un botecito de crema tipo nivea ya gastado. Después de esa, ya me quedé dormido como un troco.

Conclusión: Parece que lo de follarme a mi amiga va a ir más lento de lo que esperaba, con pequeños avances cada semana. Esta fue tocarle un pecho desnudo, la siguiente igual es afianzar lo del tocamiento pectoral y empezar con debajo de la cintura (?), y así poco a poco. Por otra parte, tengo que enterarme bien de eso de la hora límite, porque si es así, tendré que aprovechar mejor el tiempo, e intentar progresar un poco más rápido.

Y en fin, todo lo que vaya pasando lo iré contando por aquí, por si a alguien le interesa.

martes, julio 11, 2006

Fin de semana pasado

Este último fin de semana quedé de nuevo con mi amiga-con-derecho-a-roce (usaré este término a partir de ahora porque el de que no-está-buena-pero-sí-follable es algo despectivo).

Fuimos a un bar que no conocía en el que sirven cócteles en plan tropical, adornados con sombrillitas de papel y pinchos de frutas. El sitio tenía dos pisos, uno en la planta calle y otro en un piso inferior, con poca iluminación ambiental y mesitas que tenían 2 o 4 sillones pequeños y muy juntos. La cosa prometía.

Pedimos un cóctel cada uno y estuvimos hablando durante un rato sobre cómo nos había ido la semana y tal. Ella llevaba una camiseta negra de manga corta con un amplio escote, pero era amplio a lo ancho y no a lo alto, por lo que según como se lo estirase, o no le veía el cuello y sí los hombros, o estos desaparecían y le veía el canalillo de sus pechos, que por cierto era bastante bonito y excitante.

En un momento dado, casi sin mediar mas palabras pasamos a hacer lo que se conoce como 'darse el lote' :-) Empezamos dándonos unos morreos largos y pausados, sin prisa ninguna, que de vez en cuando se iban al cuello. En la mesa de al lado había otra pareja dedicada a la misma actividad en la que estábamos nosotros, y creo que de vez en cuando nos echábamos alguna mirada cómplice :-)

Cuando la temperatura iba subiendo, empezó a abrazarme fuertemente atrayéndome hacía ella, y aplastando sus blandos pechos contra el mío. Respirábamos más fuerte y sus manos empezaron a recorrer mi pecho por fuera de la camisa, aunque hubo un par de veces que pasó un par de dedos entre los botones. Yo, a cambio, le sobaba un pecho con una mano, y en un par de ocasiones mis besos bajaron a su escote. En otro momento, metí mi mano por dentro del amplio escote y la puse en su hombro, tocando su piel, y la bajé levemente hasta donde comenzaba su teta, que se notaba por la blandura de la carne de esa zona.

La cosa no pasó a mayores, mi mano no bajó mas hacia el resto de su pecho, entre otras cosas porque lo llevaba tampado, estábamos todavía sentados girados de medio lado, y además en un sitio público, con la otra pareja en la mesa de al lado.

Después de un rato, me dijo que tenía sueño y quería irse a casa, porque había madrugado (era el viernes, día de trabajo), así que nos levantamos y nos fuimos. Al hacerlo yo, que estaba erecto casi desde que nos habíamos sentado, tuve que hacer una poco discreta maniobra de recolocación del miembro, que estaba apuntando hacia un lado y me molestaba dentro del pantalón.

Nos despedimos y nos fuimos cada uno a nuestra casa. Al llegar a la mía tenía intención de hacerme la paja del desfogue, pero de la caminata ya se me había bajado el calentón, y me metía a dormir en la cama sin hacermela. Cuando nos marchábamos sí que me la hubiera hecho a gusto, pero estaba en medio de la calle en una zona de marcha, y claro, no era plan.

Me quedé contento, el que no haya puesto pegas a que le metiera mano es un avance, una o dos sesiones más de lote y yo creo que será mia, o yo de ella, como dice la ranchera.

lunes, julio 03, 2006

Record absurdo

El otro dia no se donde leí que el "record" del mundo de masturbaciones masculinas las tenía un tio de Ucrania (creo recordar) con 34 pajas. Lo que no explicaban era como y donde se baten esos records. (¿quizás una versión salidorra de los Guiness?)

El caso es que me acordé de mi record particular, que establecí en 7 pajas en un día cuando tenía 15 o 16 años. Este fin de semana me acordé de ello y decidí intentar batirlo. El sábado me levanté temprano (no para hacer esto, coincidió así) y me puse a ello. Durante la mañana, antes de la hora de comer, me hice cuatro, más o menos una cada hora. Todas ellas de la forma clásica, usando solo la mano. Después de comer y hasta más o menos las 6 de la tarde, me hice otras tres, y así igualé mi record particular. A esa hora me fui a comprar cuatro cosillas, y cuando volví me hice otra más, antes de cenar. Esta me costó mucho, le daba y le daba y no sentía nada, pero tras varios minutos conseguí correrme. La última me la hice antes de dormir, haciendo un total de 9 y batiendo así mi marca.

La forma de hacerlas fue, como ya he dicho, con la mano, aunque en algunas me ayudé lubricando con jabón. Las corridas eran, obviamente, cada vez menos abundantes. Las últimas eran poco más que un escupitajo de esperma, pero en cuanto al placer, podría decir que además de la cantidad también hubo calidad, la mayoría de ellas fueron tan placenteras como esas que me suelo hacer cada dos o tres días.

De momento no tengo ganas de volver a batir este record, que no deja de ser un tanto absurdo.


¿Cuál es vuestro "record"? ¿Qué edad teniáis cuando lo establecistéis?