martes, noviembre 22, 2005

+2 Noche y Mañana

Anoche repetí lo de anteanoche. Antes de irme a dormir, estuve viendo por internet un blog del que soy asiduo de fotos de bonitas chicas ligeras de ropa. Eso en sí mismo no me impulsó a pajearme, pero hizo que empezara a crecer en mi una excitación latente. Mi miembro se endurecía y ablandaba alternativamente según lo excitante que fuera la chica en cuestión. Al final me fui a dormir, pero antes preparé El Bote porque ya sabía lo que iba a hacer después. En esta ocasión, le eché un par de gotitas de aceite de oliva, que es para mi es el mejor lubricante salvo por el inconveniente de que es bastante pringoso también. Por eso eché solo lo justo. Luego me puse el pijama y me metí en la cama. Nada más hacerlo me quité lo de abajo y pensé que podía haberme puesto solo lo de arriba en vez de ponerme y volverme a quitar el pantalón. Mi pene no estaba duro, pero aun así comencé a meterlo y sacarlo del bote. Con el aceite se deslizaba muy bien, y después de dos o tres penetraciones comenzó a crecer y endurecerse mientras yo seguía moviéndome. Mis movimientos eran lentos y profundos, con poco recorrido. Cuando estaba más excitado comencé a moverme más deprisa y haciendo mis penetraciones más largas pero menos profundas. Al poco rato, ya noté que me iba a correr, y aceleré el ritmo más todavía, hasta que llegué al orgasmo, que fue tan agradable como era de esperar, nada fuera de lo corriente. Después de eso, dejé el bote en el suelo, me volví a poner el pantalón del pijama y me dormí.

Esta mañana al despertarme tenía una erección. Esto es muy normal, casi todos los tíos cuando nos despertamos lo hacemos así, empalmados, pero no se por qué esta mañana tenía ganas de tocarme otra vez. He comenzado a meneármela con la mano, arriba y abajo, mientras se ponía todavía más dura. Entonces he cogido el bote que estaba en el suelo, y lo he penetrado despacio, sin hacer movimientos muy profundos. La razón de esto es que ahí estaba mi corrida de la noche anterior, ya totalmente líquida, que es también muy lubricante, pero demasiado, tanto que si la utilizara para ello entraría y saldría sin notar casi el roce y eso alrgaría mucho el 'acto'. En otra ocasión no me hubiera importado, pero tenía que ir a currar y no era cuestión de demorarse mucho. Así que he seguido con mis penetraciones rápidas pero poco profundas, y cuando ya notaba que me iba a venir he apretado las paredes del bote para hacerlo más estrcho y precipitar así el orgasmo. Ha sido muy parecido al de ayer, nada espectacular pero suficientemente agradables.

Después, he vaciado el bote por el lavabo. Al hacerlo, ha caido todo el semen que tenía que era una mezcla del de anoche, casi líquido con el de hoy, todavía viscoso y pegajoso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

sueño con echarme un poco del contenido de tu bote lleno de lefas pajeras por mi polla y el resto bebermelo