viernes, noviembre 18, 2005

+1 Por fin

Ha costado, pero ha llegado. La primera paja después de la interrupción del blog.

Fue ayer por la noche cuando me fui a dormir. Se me hizo otra vez tardísimo, como toda esta semana, y no pensaba hacérmela. Me desnudé, me puse el pijama, y me metí en la cama bien tapado con la manta, que ya empieza a hacer frio. Me tumbé boca abajo medio abrazado a la almohada, y entonces no se por qué razón tuve una erección. Como me acababa de acostar y no había cogido aun la postura cómoda para dormir, di varias vueltas, que siempre terminaban con mi polla erecta rozando el colchón, lo que a su vez provocaba que se pusiera aun más dura.
Al final no me pude contener más, y a oscuras como estaba saqué El Bote del fondo del cajón de la mesilla. Lo lubriqué un poco con crema de manos, y lo metí en la cama conmigo. Me bajé un poco el pantalón del pijama, y lo penetre suave y profundamente, uhmmm. La primera penetración siempre es de las mejores. La dejé metida dentro y me puse a hacer mini-movimientos, con los que apenas se movía la polla un centímetro adentro o afuera. Estuve así un rato, y luego pasé a meterla y sacarla afuera y adentro, como es lo habitual. El ritmo era ni pausado ni rápido, y no se si sería por la excitación o porque llevaba varios días sin pajearme, pero enseguida noté que me iba a correr.
Como era muy tarde ya, no hice nada para retrasar el momento. Lo único que en vez de acelerar el ritmo como me pedía el cuerpo, lo mantuve, sabiendo que al final me correría igual. Enseguida llegó el orgasmo, que tuvo una intensidad aceptable, pero que fue bastante largo y debí eyacular mucho también, por haber estado como he dicho antes más o menos una semana sin pajearme.
En definitiva, fue una buena paja.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por fin te volvemos a tener con el esplendor de antes. Continúa ilustrándonos con tus aventuras. Por cierto recuerdo que, en tu etapa anterior, se te daba bien explicarnos algunas fantasías. Te esperamos.

Anónimo dijo...

ahhhhhhhhhh por fin vuelves a ponerme con tus pajotes pensando en que tu pene erecto no se roza contra el coclchon sino contra mi polla, mis cojones mi vientre, y que me echas todo el pringue ahi, entre las piernas, sobre los huevos